El viernes pasado volvieron a quedar expuestas las diferencias entre la conducción nacional y el sector Verde y Blanco, en un plenario que decidió llamar a un paro nacional para la semana próximo. Acusaron al secretario general Hugo Godoy de intervenir seccionales opositoras y quedarse con los fondos. Desde la conducción rechazaron las acusaciones y hablaron de “una bajeza”. El paro se aprobó para el 4 de octubre.
Diego Lanese
En medio del plenario de secretarios generales de ATE, que tuvo lugar el viernes pasado, la interna de los estatales volvió a explotar, y dejó al gremio otra vez al borde de la ruptura. Es que dirigentes del sector Verde y Blanco acusaron a la conducción nacional de quedarse con fondos de la organización, lo que generó momentos de tensión en la asamblea. Luego de la misma, se aprobó un paro nacional para la próxima semana, en rechazo al presupuesto que busca aprobar el gobierno en el Congreso. Pero el plenario quedó marcado por las diferencias, a esta altura insalvables, que amenazan con fracturar al sindicato mayoritario de la administración pública. “Es una pelea por la caja”, afirman fuentes del sector, que lamentaron la actitud de ambos espacios. “Es toda ganancia para el macrismo”, aseguran.
Las diferencias en el gremio ATE volvieron a mostrarse con su peor cara. Como sucedió el año pasado en el Hotel Bauen, la conducción encabezada por Hugo “Cachorro” Godoy debió soportar acusaciones del sector Verde y Blanco, en medio de un plenario que terminó en escándalo. Cuando se discutía el llamado a un paro nacional para el 4 de octubre, dirigentes de ese espacio irrumpieron a los gritos, y acusaron a las autoridades de manejo irregular de los fondos. A la cabeza del reclamo estuvieron Daniel Catalano, secretario general de la seccional Capital Federal; Jorge Hoffmann, titular del gremio en Santa Fe; y Carlos Quintriqueo, de Neuquén, quienes increparon a los dirigentes. Según testigos del encuentro, los dirigentes irrumpieron para denunciar que la gestión nacional “interviene las seccionales que conduce la oposición y se quedan con la guita de los convenios colectivos de trabajo”. Además, apuntaron directamente a Godoy, a quien acusan de “querer romper el sindicato y modificar el estatuto de la organización”.
“Es una pelea por la caja”, afirmó una fuente de ATE en estricto off, consultada por Gestión Sindical. La misma fuente agregó que “lo que pasó el viernes es parte de la interna que viene hace años, que ya fracturó la Anusete y que vienen dividiendo al gremio”. Los motivos, dicen, son “políticos y gremiales”. La Verde y Blanca está alineada con la CTA de los Trabajadores, y viene militando para Unidad Ciudadana. De hecho el espacio apoyó la gestión kirchnerista hasta 2015. Godoy, junto con Víctor de Gennaro, buscaron construir Unidad Popular, una experiencia política que no terminó de cuajar, tanto en 2015 como en 2017 (en ambos casos no superó las PASO). En estos momentos, el gremio está dividido en tres: los sectores que se pelearon en el plenario del viernes más quienes responden a Pablo Micheli, una minoría con presencia en Capital Federal. Las diferencias impactaron en la CTA Autónoma, hoy dividida entre quienes responden al secretario general y la CTA Perón, que conduce Ricardo Peidro y donde reportan Godoy y ATE nacional.
Luego de los incidentes, desde la conducción estatal acusó a los dirigentes opositores de llevar “barras bravas” a lugar, y rechazaron las acusaciones. “Fue una bajeza”, le dijo a Gestión Sindical un dirigente alineado con Godoy. El mismo recordó que “es el segundo escrache que le hace Catalano a ‘cachorro’, y no tiene mayores pruebas para esto”. La conducción nacional emitió además un comunicado, donde expresó que “al momento del desarrollo del plenario irrumpieron, de manera patoteril, dirigentes y militantes de la agrupación Verde. Mientras todos los secretarios generales del país permanecieron sentados, este grupo de dirigentes se agruparon de pie y a los gritos comenzaron a cuestionar diferentes particularidades de sus provincias”. “Ante ese marco, Hugo Godoy hizo uso de la palabra e invitó a sentarse a los secretarios generales e instó a que se retiraran del lugar quienes no formaban parte de ese ámbito institucional del sindicato. Al negarse al debate democrático, los dirigentes de dicha agrupación continuaron con sus exabruptos y al cabo de unos minutos se retiraron en su totalidad emitiendo una vez más frases amenazantes”, graficó el gremio. El texto de repudio fue firmado por los representantes de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Chubut, Río Negro, La Pampa, Buenos Aires, San Luis, Mendoza, San Juan, Córdoba, Entre Ríos, Catamarca, Tucumán, Santiago del Estero, Misiones, Formosa y Salta y de los miembros del secretariado nacional.
Luego de este episodio, que dejo otra vez a ATE al borde de la ruptura, se aprobó un paro nacional que tendrá lugar el próximo 4 de octubre, en rechazo al proyecto del presupuesto nacional presentado por el gobierno de Mauricio Macri. Además, esa jornada se realizarán movilizaciones en todo el país, ya que los estatales consideran el proyecto “más ajuste, más tarifazos y más endeudamiento”. También se ratificó el rechazo a la reforma del sistema previsional y acompañar la lucha que llevan adelante los trabajadores de la mina de Río Turbio y Astilleros Río Santiago. Por el momento, se desconoce si los estatales disidentes que cuestionaron a Godoy se sumarán al paro. “Creemos que no se sumarán, o concentrarán en distintos horario, con una columna propia, como hacen muchas veces”, adelantó la misma fuente de ATE consultada.
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