Desde el gremio sostienen que la compañía sólo pagó el 15% de los sueldos de mayo. Mañana hay audiencia en el Ministerio de Trabajo.
Joaquín Aguirre
El conflicto en la empresa Alimentos Refrigerados SA (Arsa), ubicada el camino a Monte Cristo, amenaza con escalar en virtud de una de denuncia de los empleados por incumplimiento de parte de la compañía lechera.
Según afirman desde la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra), Arsa había acordado en una reciente reunión con los representantes de sus empleados abonar los sueldos de la siguiente manera: el 50% el cuarto día hábil del mes y el restante 50% el día 20.
Sin embargo, a esta altura del mes, según sostienen, sólo fue abonado el 15% del sueldo de los 548 empleados que se desempeñan entre la planta e Córdoba y la que la empresa posee en Arenaza, provincia de Buenos Aires.
Arsa Atilra lecheros
“La empresa hizo una propuesta extorsiva amenazando con suspender al 50% de los trabajadores”, sostuvo el delegado gremial César Zapata.
El conflicto parece no tener una solución en el horizonte y al día de hoy ambas plantas están paralizadas. “Para tener credibilidad primero deben abonar la totalidad de los salarios”, agregó.
Este miércoles habrá una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo.
Empresa, ex-Sancor, concursada
Arsa, que hasta 2016 fue parte de la cooperativa Sancor, está en concurso preventivo desde marzo.
Como parte de su reestructuración, Sancor acordó en 2016 la venta a Vicentin Family Group (otra unidad de negocios independiente de la agroexportadora también concursada), a cambio de U$S 100 millones, de las líneas de yogures, flanes y postres que la cooperativa elaboraba en las plantas ubicadas en Córdoba y en Arenaza. La cesión derivó en el nacimiento de Arsa, que produce y comercializa con la marca Sancor.
Arsa Atilra lecheros
Arsa –ahora gerenciada por la empresa venezonala Maralac– había solicitado el 21 de diciembre de 2023 su concurso preventivo de acreedores, un trámite que fue convalido con la apertura concursal el 1° de marzo de 2024.
Según la empresa, el procedimiento ante la Justicia fue solicitado como consecuencia de los problemas financieros que la compañía atravesaba por el contexto macroeconómico, lo que le generó en ese momento aumento de los costos operativos en contraposición a una fuerte caída de ventas.
“Aun en esta coyuntura, la empresa priorizó con un gran esfuerzo el sostenimiento de las fuentes laborales y el pago de los salarios”, informaron desde Arsa.
En su presentación ante la Justicia, la empresa declaró tener un pasivo de $ 49.713,7 millones en 339 acreedores, a los que se suman $ 67.354,1 millones eventuales por garantías de deudas de terceros, cuando realizó la compra a Sancor en 2016.
Según la empresa, la situación en los últimos meses lamentablemente ha empeorado significativamente, haciendo inviable el sostenimiento de la estructura productiva actual.
“En virtud de lo cual planteamos la ineludible necesidad de prever un determinado porcentaje de suspensiones laborales por un margen de tiempo. Esta medida le permitiría a la compañía adecuar la plantilla activa de empleados a los niveles actuales de producción, necesarios para responder al nivel de comercialización y ventas que tienen nuestros productos en el contexto actual”, admitió la empresa.
El pedido incluye de manera proporcional a parte de los 500 trabajadores que la firma tiene en ambas plantas elaboradoras de productos lácteos frescos.
Ante la propuesta empresarial, el gremio rechazó de manera terminante el planteo de suspensiones, al tiempo que amenazó con la implementación de medidas de fuerza, lo que desde la empresa aseguran perjudicará aún más el desenvolvimiento de la empresa.
Arsa no es la única empresa del sector lácteo en problemas. Desde finales del año pasado, La Lácteo, ubicada en Capilla de los Remedios, también viene atravesando dificultades económicas y financieras.
Comentá la nota