En diciembre de 2024, los alimentos básicos en los barrios populares del conurbano bonaerense registraron un aumento promedio del 5,04%, según un informe del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana –ISEPCI-.

La carne lideró los aumentos

Entre los productos relevados, los cortes de carne presentaron los aumentos más significativos:

– Asado: 35,7%

– Carnaza y carne picada: 25%

– Paleta: 21,4%

– Pollo: 16,6%

El asado, uno de los cortes más consumidos por las familias argentinas, encabezó la lista con un alza que supera ampliamente el promedio mensual de otros productos. Este aumento repercute directamente en los presupuestos familiares, ya que la carne representa uno de los consumos más tradicionales y fundamentales en la dieta cotidiana.

Gráficos: ISEPCI

Costos para evitar la indigencia y la pobreza

La situación económica se refleja también en los valores que deben enfrentar las familias para cubrir las necesidades básicas. Según el informe, una familia tipo de cuatro integrantes necesitó $437.787,4 para adquirir la Canasta Básica de Alimentos en diciembre. Esto implica un aumento de $30.000 en comparación con el mes anterior. Además, en términos interanuales, el incremento fue del 139,3%, lo que equivale a $254.881,8 adicionales para no caer por debajo de la línea de indigencia.

Gráficos: ISEPCI

El monto necesario para cubrir la Canasta Básica Total (CBT) y mantenerse por encima de la línea de pobreza alcanzó los $998.155,1. Este valor representa un aumento mensual del 5,5% ($52.473,59) respecto a noviembre, situación que agrava la dificultad de acceso a bienes y servicios esenciales para una gran cantidad de hogares.

Gráficos: ISEPCI

Aumentos acumulados en un contexto crítico

Desde la asunción del gobierno de Javier Milei, los aumentos acumulados en los precios de los alimentos son alarmantes y reflejan una inflación persistente:

– Productos de almacén: 147%

– Cortes de carne: 136,5%

– Frutas y verduras: 124,9%

Estos datos exponen cómo el manejo de la economía por parte de la administración libertaria impacta en los alimentos de primera necesidad, dejando a las familias trabajadoras en una situación cada vez más vulnerable. Los productos de almacén, que incluyen bienes de consumo diario como harinas, aceites y lácteos, también registraron subas significativas que afectan directamente a los sectores más postergados.

Bases frágiles y falta de alivio económico

El informe del ISEPCI también destaca que, aunque el gobierno ha proclamado una aparente estabilización de precios en algunos productos de consumo masivo, esta se asienta sobre bases frágiles. Las intervenciones del Banco Central para sostener el valor del dólar y las fluctuaciones en los precios de la carne durante el último mes del año jugaron un rol clave en los índices inflacionarios.

Mientras tanto, los bonos de los jubilados que perciben la mínima permanecen congelados en $70.000, una cifra que ni siquiera alcanza para cubrir la Canasta Básica de Alimentos. Por su parte, el salario mínimo también resulta insuficiente frente al costo de vida actual, exacerbando la situación de vulnerabilidad de miles de trabajadores.