Unicef, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, presentó un informe en el que refleja la crisis económica que atraviesa el país al señalar que cada vez más adolescentes tienen que salir a buscar trabajo para ayudar a sus familias y el hambre se impone en millones de chicos.

Un dato no menor es que el porcentaje de jóvenes que buscan empleos es ampliamente mayor al que existía durante 2020, en plena crisis por el COVID-19.

La Organización realizó su ya clásica encuesta a hogares con niñas, niños y adolescentes, en todo el país, y señaló que “la falta e insuficiencia de dinero deriva en la necesidad de buscar ingresos adicionales” y que en los casis nueve meses que van del año, es mucho peor que todo el 2023.

“Esta participación laboral tiene efectos negativos en el vínculo de los adolescentes con la escuela: mientras que un 4% de los adolescentes que trabajan no asisten a la escuela, entre quienes no trabajan cae al 1%”, indica el informe.

Trabajo y ausentismo

A su vez, la ONG Argentinos por la Educación realizó un informe con los datos oficiales brindados por el operativo Aprender 2022 y señala que el 26% de los estudiantes del último año de la secundaria faltó, al menos, a un 14% de las clases impartidas durante el año.

“Los principales motivos para los alumnos más vulnerables son problemas de salud propios (54%), problemas de acceso a la escuela debido al clima o al transporte (30%), otro motivo (28%) y ‘no tenía ganas de ir a la escuela’ (24%)», indicaron.

En el decil más alt,o las razones esgrimidas son «problemas de salud propios (67%), otro motivo (51%), ‘no tenía ganas de ir a la escuela (48%) y por llegar tarde a clases (24%)”.

Jimena, una preceptora de una escuela nocturna, explicó que uno de los motivos por los cuales muchos alumnos se ausentan a clases es “por trabajo” y agregó que en muchos casos es “informal, pero que algunos sos sostén de familia y otros trabajan para ayudar”.

La preceptora indicó que muchos estudiantes “no concurren de manera regular y el que lo hace, realmente hace un esfuerzo muy grande para estudiar, ya sea por el tiempo o por lo económico porque asistir al colegio también genera gastos”.

En el futuro, desempleo

“A corto plazo, el ausentismo tiene efectos negativos inmediatos sobre el desempeño académico, el riesgo de repetición, abandono, el desarrollo social y emocional de los niños y las probabilidades de finalización de educación media. A más largo plazo, el ausentismo se ha correlacionado con mayores niveles de desempleo y menores ingresos económicos en edad adulta”, aseguran desde Argentinos por la Educación.

Si bien no existen estadísticas oficiales sobre las asistencias de los jóvenes a las escuelas desde la ONG realizan informes permanentemente y en uno de ellos señalan que “la probabilidad de que los jóvenes accedan a trabajos de calidad es considerablemente mayor entre quienes terminaron el nivel secundario y entre los deciles más altos».

«En 2023, el 33% de los empleos entre los que terminaron el secundario eran de calidad mientras que entre los que no terminaron el secundario sólo el 13% accede a empleos de calidad”, indicaron.

Ante esta realizad, Unicef lanzó la campaña “El hambre no tiene un final feliz”, con el objetivo de advertir sobre la situación de pobreza que enfrentan las chicas y chicos desde hace décadas y llamar a la población a contribuir para mitigar esta difícil realidad.