El cotitular de la CGT y secretario general de Camioneros vaticinó que el impacto de la protesta de este miércoles abrirá la puerta para un reclamo "más contundente" en el futuro inmediato. Además, aseguró que "nadie quiere un 2001", pero advirtió por la situación social: "El Gobierno tiene que dar respuesta", reclamó en la 750.
El cotitular de la CGT y secretario general adjunto de Camioneros, Pablo Moyano, habló en la previa del paro y movilización de este miércoles 30 de octubre y vaticinó un gran impacto de la medida de fuerza. "Mañana va a ser el inicio de algo mucho más importante", aseguró en diálogo con la 750.
El dirigente sindical se animó además a pronosticar que, por la masividad que tendrá la medida de protesta, habrá presión de las bases del movimiento obrero para que los sindicatos "tomen una medida más contundente en noviembre".
En esa línea, Moyano aseguró que hay bronca social acumulada debido a las medidas del Gobierno, al que calificó de "salvaje" y "dañino", y que "la grieta" que atraviesa a la sociedad no influirá en la convocatoria.
"Creo que esa grieta está en toda la sociedad. En el PJ, en el periodismo, en los empresarios y en el movimiento obrero tenemos diferentes visiones. Cuando dicen qué hace la CGT... (En) la CGT una parte duda y la otra está en la calle", confrontó el cotitular de la central obrera en Branca de Vuelta. Pero adelantó: "Después del 30, con la masividad del paro que va a haber mañana, seguramente en los próximos días va a haber reuniones del consejo directivo. Hay mucha bronca de las seccionales".
En esa línea, Moyano criticó la interna en el Partido Justicialista, que por estos días tiene a Cristina Kirchner, Ricardo Quintela y Axel Kicillof como protagonistas. "Hay compañeros que han tomado esta interna como vida o muerte. Entramos en un desgaste de las estructuras para abajo donde todos se terminan dividiendo, los gremios, las agrupaciones", dijo Moyano, antes de señalar que el foco de la preocupación social está puesto en otras cosas, como el aumento del boleto en el transporte, el encarecimiento del costo de vida en general y el aumento de la pobreza.
Asimismo, habló de la situación social y aseguró que "nadie quiere que pase un 2001", pero advirtió que el Ejecutivo sigue sin entregar mercadería para los comedores, a los que cada vez asiste más gente. "Están cagados de hambre, no les bajan mercadería", resumió el dirigente sindical.
"El Gobierno tiene que dar respuestas", concluyó.
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