No hubo avances en la última reunión realizada en el Ministerio de Trabajo. Ante esto, los empleados y sus gremios anunciaron que realizarán nuevas medidas de fuerza.
Esta semana, se realizó una nueva audiencia en el Ministerio de Trabajo entre los representantes de Garbarino y el gremio mercantil, en el marco del largo conflicto que paraliza la cadena de electrodomésticos, que afecta a los casi 4 mil empleados, que no cobran sus sueldos desde abril. Desde hace ya varias semanas, se vienen realizando encuentros virtuales con el fin de acercar posiciones para destrabar la crisis, pero el tiempo transcurre y no hay definiciones.
Ante la falta de respuesta, los empleados intimaron a la principal cadena de electrodomésticos y electrónica del país a reabrir los locales que bajaron las persianas y preparan nuevas movilizaciones para hacer escuchar sus reclamos. No descartan recrudecer las medidas de protesta y encarar acciones conjuntas entre los tres gremios involucrados en la disputa: el Sindicato de Comercio, Camioneros y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM).
Si bien se asegura que siguen en conversaciones con un inversor, no hay noticias. No sólo los empleados fueron abandonados, sino también muchos clientes armaron toda clase de grupos en las redes sociales para reclamar por los incumplimientos de Garbarino en la entrega de productos.
En la última reunión en la cartera laboral, los trabajadores insistieron en pedir que se paguen los salarios caídos, y abrir los locales, como forma de lograr ingresos. «Intimamos a la empresa a la reapertura de los locales que se encuentran cerrados bajo apercibimiento de solicitar las sanciones que correspondan por lock-out patronal», señala el acta labrada tras la reunión.
«Asimismo, pedimos que otorgue en forma inmediata tareas a los trabajadores y abone los salarios adeudados, habida cuenta del carácter alimentario que poseen, solicitando la aplicación de multas por el grave incumplimiento», sostiene el texto.
Crisis general
En línea con lo expresado en anteriores audiencias, Garbarino insistió en que aún está pendiente de resolución, por parte del Gobierno porteño, la devolución de los fondos retenidos por este organismo, «que tendrán como único destino el pago de los salarios pendientes».
En tanto, la situación se torna cada vez más desesperante. Ni los empleados de las dos plantas de Tierra del Fuego pudieron volver a su trabajo, aunque el acuerdo con Newsan para trabajar a fason estaba avanzado. Los casi 300 operarios de Digital Fueguina y Tecnosur siguen con la toma de las plantas para resguardar su fuente de trabajo.
Reclaman poder tener obra social y poder acceder a medicamentos, ya que hay trabajadores con hijos discapacitados. La situación es compleja, el personal jerárquico no quiere volver a las plantas si no cobra lo adeudado y si no se retiran los representantes de la UOM. Los supervisores dicen que falta material. Los trabajadores aseguran que ya ni les atienden el teléfono. Si bien el gobierno fueguino se comprometió a pagar la luz, ART, gas y lo necesario para reabrir, con el panorama complejo no hubo avances.
Mientras, el empresario Carlos Rosales no da señales, se quejan los empleados en conflicto. Se concentra en sus negocios como la aseguradora Prof, su restaurante EL Buey de Recoleta y su hotel de misiones. Aseguran desde su círculo cercano que Rosales planea viajar a Italia, mientras Garbarino se derrumba.
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