El titular de la Bancaria señaló que la persecución a Enrique Arias Gibert y Graciela Marino "es un hecho de una gravedad inusitada". Advirtio que el Gobierno está "dispuesto a avanzar en contra de lo que sea”.
El titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, sostuvo que el juicio político que el Ministerio de Trabajo impulsa contra los camaristas que hicieron lugar a la cautelar que avalaba el acuerdo entre los bancos y los trabajadores del sector es “un hecho de una gravedad inusitada” con el que se intenta “intimidar” para luego instaurar “una justicia macrista desfavorable para los trabajadores”.
El gremialista manifestó su solidaridad con los denunciados jueces del fuero laboral Enrique Arias Gibert y Graciela Marino, y calificó al fallo que dictaron como “legítimo, legal e impecable”. Además, aclaró que el 23,5 por ciento de aumento logrado con el 80 por ciento de los bancos públicos y privados fue una cifra superior a la que figuraba en la cautelar que el gremio presentó luego de que el Gobierno desconociera ese acuerdo salarial que inicialmente había avalado.
Además, la medida judicial que posibilitó el cierre de la paritaria bancaria y que finalmente debió ser firmada por el Poder Ejecutivo, sentó un precedente para las próximas negociaciones e hizo caer el intento de la cartera laboral de instaurar de manera compulsiva un incremento del 18 por ciento a pagarse en cuatro cuotas.
Según Palazzo, el arreglo al que llegó La Bancaria “va a tensar la negociación” entre otros sindicatos y cámaras empresariales, y a la vez avala la demanda de la CGT para que hayan “paritarias libres”. Esas negociaciones “tienen que ser una negociación y no una imposición”, sentenció.
En este marco, sostuvo que el pedido al Consejo de la Magistratura para que se le inicie un jury a ambos camaristas evidencia “los rasgos autoritarios de este gobierno”, que van “en sintonía” con “el pretendido traspaso de los juzgados laborales al ámbito” de la Capital Federal. Con medidas de este tipo, sostuvo, no solo se pretende “atacar” y “disciplinar” a los jueces, sino que también se persigue el objetivo de crear “una justicia macrista desfavorable para los trabajadores".
Además, incluyó en esta estrategia de la administración de Cambiemos a las reformas que impulsa el Ejecutivo en los regímenes previsional y laboral. “Son preocupantes”, dijo Palazzo, para quien la denuncia contra Arias Gibert y Marino es una muestra de que el macrismo está “dispuesto a avanzar en contra de lo que sea”.
“Uno piensa si este gobierno estará buscando autodestruirse”, dijo. Porque “involucrarse” en un conflicto contra dos camaristas que fallaron en contra de las políticas laborales “es más bien un acto de irresponsabilidad o de autoflagelación”, concluyó.
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