Con la presencia de trabajadores y afiliados de los centros de jubilados, junto a otras organizaciones presentes, se realizó una jornada de protesta contra la persecusión y los despidos.
A dos semanas del despido arbitrario y persecutorio de las trabajadoras Silvia Seleme y Graciela Yacuzzi, continúa la pelea por su reincoroporación y por ponerle un freno a la nueva gerencia del Instituto.
En el día de hoy, trabajadores del Pami junto a afiliados que se acercaron solidariamente a participar de la jornada, familiares y amigxs de las despedidas, participaron de un acto impulsado por representantes de Sutepa de distintas UGLs, Adiunt, y ATE Tucumán.
Los reclamos apuntaron a la nueva gestión de la UGL, bajo la conducción formal de la Lic. Graciela Lencina, quien se desempeña en el cargo desde julio del corriente año, tras la renuncia del Dr. Alfredo Neme Scheij, investigado por la justicia por vínculos societarios con prestadores del Instituto.
Si bien la resolución de los despidos invoca "razones de reorganización funcional" y oleva la firma de la dirección nacional del Pami, lo cierto es que se trata de dos despidos aislados en la UGL.
Según relatan los representantes gremiales, dichos despidos han sido antecedidos por un informe enviado por la nueva gestión al Departamento de Recursos Humanos del Nivel Central en el que se las acusa de mal desempeño de sus funciones.
Sin embargo, ambas son trabajadoras con legajo intachable, como consta también en las evaluaciones anuales que se realizan sobre el personal.
En diálogo con La Izquierda Diario, los trabajadores del Instituto afirman que el cambio repentino en la gerencia de la UGL coincidió con la paritaria nacional, de la que participó como delegado paritario el Secretario General de UTI, Osvaldo Barreñada, personaje del radicalismo cercano al diputado Jose Cano, y quien detentaría el poder de las decisiones desde las sombras.
La lucha por la reincorporación de Silvia Seleme y Graciela Yacuzzi por ahora ha logrado frenar los rumores extraoficiales de nue os despidos. Sin embargo, el ajuste presupuestario votado para el año que viene anticipa nuevos y más duros ataques.
Para fortalecer esta pelea y prepararnos para enfrentar un enemigo mucho más poderoso, es necesaria la coordinación con los jubilados y ganar las calles junto a otros sectores en lucha.
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