Los trabajadores del PAMI agremiados en UTERA alertan sobre la necesidad de personal y recursos que tiene la obra social a partir del exilio de pacientes que escapan de los aumentos de las prepagas. Aseguran que están con la misma dotación que en 1993 y teniendo que atender a más del doble de afiliados.
El secretario General de la Unión de Trabajadores del Estado (UTERA), Rubén Grimaldi, remarcó que «hoy en el PAMI no sobra nadie» y advirtió que si hay bajas se afectará aún más la atención de los jubilados y pensionados.
El dirigente señaló que ahora mismo ya no cuentan con la cantidad de agentes que hubo en otros momentos en el PAMI y alertó sobre la saturación de servicios.
Grimaldi explicó: «Hoy tenemos la misma cantidad de personal que en 1993, cuando atendíamos a 2.300.000 afiliados, pero ahora tenemos más de 5.000.000 de afiliados, que mes a mes crece, porque se están pasando al PAMI todos los que tenían una prepaga, obra social o un pequeño servicio de salud, porque no pueden pagar los aumentos que les llega todos los meses».
Con más del doble de afiliados que atender, el personal naturalmente está sobrecargado de tareas: «El problema en el PAMI no pasa por el personal, sino porque las autoridades nacionales pongan los recursos necesarios para que podamos atender a los jubilados y pensionados como se debe».
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