Los datos de la Fundación Libertad y Progreso hablan de una llamativa recuperación de los salarios. Cuáles son sus números.
Después de meses de contracción del empleo privado, desempleo y una inflación alta -la interanual en octubre fue del casi 193%- el Gobierno está convencido de que “lo peor ya pasó” y comienza un sendero de recuperación económica incluyendo los salarios. Se trata de la mirada del think tank liberal Fundación Libertad y Progreso, un órgano que siempre apostó a las ideas de Javier Milei.
Sus economistas brindaron una mirada sobre el nivel de precios, tras el 2,7% de inflación que informó el INDEC para octubre, y acerca de que está pasando con los salarios del sector privado.
Según la Fundación, habría una llamativa recuperación de las remuneración informales que, obviamente, no tuvieron paritarias y son siempre las más castigadas del mercado laboral.
Tampoco hay presunciones de una eventual devaluación, algo que piden determinados sectores del poder económico a los que no les conviene un dólar oficial barato.
Lautaro Moschet, uno de los economistas insignia de la Fundación, comentó que la velocidad de aumento de precios se está alineando con el 2% del crawling peg, “lo que sugiere que el ancla nominal del plan económico del gobierno está empezando a dar resultados”.
Además, valoró la importancia de que la inflación núcleo “rompió la barrera del 3% por primera vez desde septiembre de 2020″.
«De cara a los próximos meses, esperamos que esta tendencia continúe, dado que el mercado monetario está encontrando un punto de equilibrio, el tipo de cambio permanece estable, y las acciones del Banco Central y el Tesoro están coordinadas. Las perspectivas son alentadoras: estimamos cerrar 2024 con una inflación por debajo del 120%, con una tendencia a la baja que se consolidará en 2025”, dijo.
Qué pasa con los salarios
Clara Alesina, otra de las caras del think tank, dio su visión acerca de salarios y canastas básicas, dos de los temas que más preocupan a los trabajadores junto a la creación de empleo.
De acuerdo con la particular visión de la economista, los salarios reales en Argentina lograron en septiembre un incremento mensual positivo por sexto mes consecutivo, reflejando una recuperación sostenida del poder adquisitivo desde abril.
“Este avance ha sido posible gracias a la desaceleración constante de la inflación, permitiendo que los salarios superen los niveles alcanzados en diciembre de 2023 y dejando atrás la caída de poder adquisitivo sufrida a principios de año», consideró.
Según los economistas libertarios, los salarios están en alza y, más todavía, los de los trabajadores no registrados.
«Analizando los diferentes sectores, se destaca la recuperación del privado no registrado, el cual logró aumentar su poder adquisitivo en un 6,7% mensual en septiembre», afirmó.
«Este sector, uno de los más afectados por la caída inicial, lleva ya cinco meses de expansión, logrando el mayor repunte, superando los niveles de noviembre de 2023”, indicó la economista.
El alivio de que la inflación ya no sea del 30% mensual
Hay otro punto a destacar para Alesina: “Los datos de la canasta básica muestran una desaceleración en el crecimiento de los precios de los bienes esenciales. La canasta básica alimentaria, que define la línea de indigencia, aumentó solo un 1,4% en octubre, el menor registro desde agosto de 2021. La canasta básica total, que traza la línea de pobreza, creció un 2,3%, el dato más bajo desde noviembre de 2021″, expuso.
Y agregó que «esta desaceleración, en contraste con los incrementos mensuales del 30,1% y 27,0% a finales de 2023 (en realidad, fueron en diciembre de 2023 y enero de 2024), implica un alivio significativo para los hogares».
«Cuando los precios de los bienes esenciales crecen más lentamente, el poder adquisitivo de los salarios no solo se ve favorecido por los aumentos nominales, sino también porque el costo de vida deja de ser tan asfixiante”, consideró.
“En conjunto, la recuperación salarial y la menor inflación en bienes básicos brindan un alivio doblemente favorable para los trabajadores. Con un costo de vida en desaceleración, los aumentos salariales se reflejan con mayor claridad en el consumo y en la capacidad de los agentes para cubrir sus necesidades”, concluyó.
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