Por Luis Autalan

La paritaria de los metalúrgicos 2023 vuelve a convertirse en referencia para otros sectores. Y en esta ocasión no solo por el porcentaje en disputa, sino porque resume el panorama laboral de hoy. Un escenario que integran el empleo sostenido, recuperación de la actividad industrial, la línea de pobreza del 29,6% de los hogares -que abarca al 39,2% de las personas- y la erosión inflacionaria en los sueldos de trabajadores registrados, fuera de convenio e informales. Y ese 39,2% referido comprende además a trabajadores en actividad.

Economistas y analistas del mercado de trabajo, consultados por BAE Negocios, coincidieron en que el contexto va más allá de la disputa entre la UOM y los empresarios, que ofrecen un 17%, no acumulativo, en 3 tramos frente al 20% por un trimestre que reclama el gremio.

Thank you for watching

El analista del mercado laboral, Matías Ghidini CEO de la consultora Ghidini & Rodil, resume la situación tomando en cuenta a los trabajadores fuera de convenio y los incluidos en la discusión colectiva: "Mi percepción es que éste será el sexto año consecutivo en el que los salarios perderán contra la inflación, lo cual se traduce en una verdadera masacre laboral", sentenció.

Ghidini consideró que la paritaria metalúrgica y otras, con incidencia política y en año electoral, tienen un pequeño margen para negociar acuerdos con algún punto más.

"No hay caramelo para la sed"

A consideración de Pablo Ferrari, economista UBA/Undav, la propuesta patronal a la UOM "implica no sólo negar la recomposición relativa del ingreso a los trabajadores luego del deterioro del salario real de los últimos 7 años, sino el intento de que esos sueldos pierdan también este año y deje sentadas las bases de un salario más bajo para 2024. Por la importancia de la actividad metalúrgica, la puja es trascendente para el mercado de trabajo".

La paritaria UOM abarca a 280.000 trabajadores/as y vuelve este martes al ministerio de Trabajo. El sindicato al comando de Abel Furlán es empático con el kirchnerismo sobre la necesidad de paritarias más sumas fijas. En el sector empresario la sintonía se traza con los perfiles de la UIA, núcleo influyente y determinante para el Gobierno.

Ricardo Aronskind, economista (UBA) y magister en Relaciones Internacionales (Flacso) remarcó el complejo momento para los sindicatos "por una inflación que lejos de estabilizarse se eleva". "Ante cualquier movimiento del dólar el salto de los precios sería todavía mayor. Los sindicatos deberían atender a dos frentes, en paritarias tratar de lograr porcentajes para frenar la caída del salario real y segundo: fortalecer e incluso empujar al Gobierno para tomar medidas respecto a los precios", sostuvo.

Para el titular de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas, Matías Cremonte, "los 20 puntos que perdió el salario de 2015 a 2019 nunca se recuperaron y la meta de este Gobierno se resumió a que los salarios no pierdan ante la inflación, lo que no es poco. Ahora no estamos en una situación crítica con cierre de empresas, todo lo contrario, aumentó la productividad y la renta empresarial. Los sindicatos deberían exigir que se pague por lo que vale la fuerza del trabajo. Dicha energía no es un concepto abstracto, incluso la definen la Constitución Nacional, artículo 14 bis y el artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo. Y me parece relevante considerar que la discusión salarial y la distribución del ingreso hacen también al modelo de país".