El dirigente ejemplar, como llamó el presidente Alberto Fernández al líder de los camioneros, quiere levantar cabeza con un pedido de aumento salarial que supera en 10 puntos lo otorgado a los empleados estatales. Los hermanos Saillen, a cargo del sindicato de recolectores, anticipan que quieren un poco más de lo que finalmente cierre el enemigo público de su padre.
Por: Yanina Passero.
El intendente Martín Llaryora logró una relación equilibrada con los gremios con los que debe negociar. Con el Suoem, acaban de cerrar una paritaria discreta, del 27,6% para el período mayo-octubre. La negociación se dio totalmente despojada del folklore habitual: las ruidosas asambleas, con los contribuyentes como rehenes de una pulseada en la que el grueso de sus impuestos iba a los bolsillos de esos mismos que, para presionar por sus salarios, les negaban atención.
El círculo vicioso se rompió el año pasado. La pandemia y el aislamiento obligatorio más largo del mundo fue habilidosamente aprovechado por el peronista para quebrar esa relación de fuerzas. Los municipales reciben lo que el Ejecutivo puede dar, conforme a las normativas y a la coyuntura.
La UTA ya había dejado de ser un problema desde la intervención nacional del gremio de los choferes. Lo cierto es que la debilidad en la que hoy se encuentra el servicio, tras la reconfiguración que le exigió la realidad sanitaria, obliga a la conducción sindical a priorizar la conservación de los puestos de trabajo. Para los conductores, los azotes de la inflación sobre los salarios son un problema menor mientras se disponga, todavía, de esos ingresos.
El Surrbac logró una relación cooperativa con Llaryora, primero, por necesidad. Su jefe, Mauricio Saillen, fue removido de la conducción al ser procesado por varios delitos federales y el sindicato intervenido. Su situación se prolongó en el tiempo y sus hijos, Juan y Franco, encontraron en el diálogo directo con el Ejecutivo municipal una herramienta clave para contener recortes como los que recayeron sobre el Suoem y la posibilidad de conseguir otros beneficios para sus afiliados, ante la imposibilidad de utilizar los aportes de las cuotas sindicales.
Hay sólo un punto que los herederos del capo sindical no están dispuestos a ceder. Como es un sello desde la ruptura con el camionero Hugo Moyano, los Saillen siempre piden un poco más que el porcentaje salarial cerrado por el enemigo público de Mauricio Saillen. La jugada nacional del “dirigente ejemplar”, como llamó el presidente Alberto Fernández al líder de los camioneros, podría alterar la pauta salarial del peronista Llaryora en un rubro altamente sensible como lo es la higiene urbana de la ciudad.
La semana pasada, los alfiles de Moyano habían anticipado a medios nacionales que querían adelantar la discusión salarial para la primera semana de junio y que, para este año, la pretensión superaría los 40 puntos. Ayer, La Nación publicó que el piso es del 45%, según trascendió de una reunión en la que participó Facundo Moyano que, si bien no tiene cargo en Camioneros, integra la comisión paritaria del Sindicato Único de Trabajadores de Peajes (Sutpa), del que fue secretario general durante diez años y que está ahora bajo el mando de Sergio Sánchez.
Moyano quiere romper con la referencia paritaria del Gobierno nacional (que acordó un 35% de incremento para los estatales) y levantar cabeza luego de una serie de intervenciones que demostraron que el ejercicio sindical extorsivo comienza a perecer. Por caso, sólo basta recordar los fallidos bloqueos en el centro de distribución de Mercadolibre.
Como sea, desde el municipio y las empresas privadas de recolección adelantaron que la pretensión de Moyano es una verdadera locura por más que la inflación no pueda obviarse. Si bien para las conversaciones con el Surrbac falta que se despeje la variable de Camioneros, desde el Palacio 6 de Julio ya hacen cálculos y las prestadoras adelantan que no podrán absorber más de un 35% de incremento.
Coys y organizaciones barriales recuperan viaducto
El ente Córdoba Obras y Servicios (COyS), junto al CPC Pueyrredón y organizaciones barriales de la zona este de la ciudad, llevan adelante una intervención artística sobre las paredes del viaducto de la calle Polonia, en barrio Bajo Pueyrredón, inspirándose en la temática de la economía circular.
La obra estética a cargo del artista Hernán Cappeletti, conocido como “El Cape”, se extenderá por aproximadamente 1.500 metros cuadrados, sobre el viaducto que desemboca en la Av. Dr. Ricardo Balbín con destino a Ruta 19.
En este sector hay 200 familias de carreros, es un homenaje a ellos, los primeros recicladores. “La idea es el tomar conciencia de que es posible hacer otra ciudad, una ciudad más sustentable”, destacó el artista.
A su vez, el municipio pintó los cordones cuneta de las calles aledañas y realizó la demarcación de las sendas peatonales, desmalezó las veredas sobre la calle Polonia y los alrededores de la pasarela, repuso tapas de cloaca y construyó una rampa para personas con discapacidad en la esquina de Gavilán y Armenia.
En paralelo, la Dirección de Obras Viales reparó un bache de gran envergadura sobre la esquina de Polonia y Juan de Garay.
Las tareas se suman a la puesta en valor de este sector de la ciudad, donde previamente el municipio reconstruyó el monumento y revalorizó la plaza República de Armenia, forestó el área con nuevas especies, recuperó el playón deportivo del CPC y realizó un mural artístico de ocho metros de alto y 35 de ancho sobre las paredes del Centro de Participación Comunal.
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