Los sindicatos reabren negociaciones ante la dinámica inflacionaria que ya acumula un aumento de 42% en lo que va del año. Los desafíos del mercado laboral.
La evolución inflacionaria obliga a los gremios a reabrir las negociaciones paritarias ante la constante suba generalizada de todos los precios de la economía argentina.
La convocatoria del Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y el Salario Mínimo para el próximo 13 de julio no hizo más que acelerar la premura de los sindicatos por rever los acuerdos salariales firmados hasta la fecha.
La actualización del Salario Mínimo Vital y Móvil a $87.987 en marzo de 2023 quedó lejana y las entidades gremiales presionarán para conseguir nuevos aumentos frente a un Índice de Precios al Consumidor (IPC) que registró un crecimiento acumulado de 42,2% en los primeros cinco meses del año.
En tal sentido, el jefe de Research de la consultora Ecolatina, Santiago Manoukian, indicó en diálogo con PERFIL que el salario real -ajustado por inflación- cayó 22% entre abril de 2023 y el mismo mes de 2017.
Ante ese desafiante contexto en materia inflacionaria, el economista destacó que los beneficios de las paritarias se reflejan en el hecho de que "logran defender el poder adquisitivo" de los trabajadores formales (0,3% interanual en abril según el INDEC).
Paritarias: los acuerdos salariales sector por sector
Kelly Olmos.
En los últimos días, la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (UOCRA) selló un incremento acumulativo de 29,6% para los próximos tres meses: 10% en julio, 9% en agosto y 8% en septiembre.
Por su parte, los trabajadores bancarios verán sus sueldos subir un 10% en el mes corriente, como parte del acuerdo alcanzado por la Asociación Bancaria (AB). De esta manera, el básico quedará a las puertas de los $400.000 y resta negociar la actualización del segundo semestre.
Los sindicatos petroleros consiguieron una suba de 82,5% a pagarse entre julio de 2023 y marzo de 2024. Así, los salarios crecerán 10% en julio, 10% en agosto, 7,5% en septiembre, 10,5% en noviembre, 17,5% en diciembre, 17,5% en febrero y 10% en marzo.
La Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) rubricó un pacto que incluye un aumento de 11% en julio y 12% en agosto. ATE, el otro ente que nuclea a los empleados públicos, rechazo las ofertas.
El personal de comercio percibirá un incremento de 6,5% este mes, de acuerdo a lo pactado previamente por el gremio. En pocos días se reanudarán las conversaciones para delinear el sendero salarial del próximo trimestre.
Las y los trabajadores de casas particulares accederán a una mejora de 6% en julio. La Comisión Nacional de Trabajo en Casas Particulares deberá definir el rumbo para lo que viene.
A su turno, la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA) concertó un ajuste de 3,6%, muy por debajo de las últimas mediciones mensuales del Índice de Precios al Consumidor (IPC).
En el caso de los empleados de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), los sueldos aumentarán 11% en julio y 12% en agosto.
Para las personas que trabajen en Correo Argentino, la actualización será de 30% en el trienio julio-septiembre dividido en tres partes iguales de 10% para llegar a un acumulado de 58%.
A la vez, Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad de Argentina (FATSA) arregló una suba de 8% para julio aunque deberá revisar la paritaria para los tiempos venideros.
El gremio de Aceiteros utiliza una fórmula salarial que contempla el Salario Mínimo que debería regir y ya cerró un 25% al acumulativo de 41% acordado en enero. El sueldo básico arranca en $400.000.
Un párrafo aparte merece la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que negocia hasta ahora sin éxito con las cámaras del sector un incremento de 30% para el próximo trimestre y un retroactivo al 1° de julio del 10% por la erosión inflacionaria.
Asimismo, los representantes metalúrgicos reclaman un bono de $60.000 por el “Día de los Trabajadores y Trabajadoras Metalúrgicos”, que es el próximo 7 de septiembre.
Cómo repercute la inflación en el salario y el mercado laboral
A propósito de la erosión que sufren los salarios en coyunturas de alta inflación, Santiago Manoukian expresó que existe un mercado laboral "partido donde vemos dos realidades disímiles entre el sector registrado y el informal".
Siguiendo esa línea argumental, Manoukian detalló a PERFIL que "en abril, interanualmente cayeron los salarios 2,4% en términos reales". Sin embargo, la variación esconde una diferencia notable entre los sueldos formales y no registrados.
En el primer caso, crecieron 0,3% abril de 2023 y el mismo mes de 2022. No obstante, la perspectiva es dramática para los empleados no informales con una caída de 15% del poder adquisitivo en dicho período.
"Entre 2019 y 2022, más del 70% del nuevo empleo que se generó fue informal o cuentapropista, que es más precario en términos generales. Estamos asistiendo a una precarización del mercado laboral en Argentina. Si bien no hay un gran problema de cantidad de empleo, si en la calidad y en el nivel de salarios", añadió el entrevistado.
En cuanto al segundo semestre, el analista económico vislumbro un escenario similar para los sectores formales con paritarias indexando ingresos a la inflación. No así para los trabajadores no registrados, al considerar que el Gobierno carece de margen fiscal "para poder paliar el impacto inflacionario sobre estos sectores".
"No hay financiamiento para que eso ocurra y además el déficit fiscal tiene que reducirse en el marco del acuerdo con el FMI. Por lo tanto, es un panorama complejo porque la pobreza probablemente supere el 40%, un deterioro de tejido social importante", cerró.
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