Al calor de la inflación y la incertidumbre política y económica los convenios colectivos por mejoras de salarios reflejan en puntos y tramos dicho escenario. La excepción a dicha gama: el acuerdo de los gastronómicos que pactaron 120% hasta abril del 2024.
Por: Luis Autalan.
En la antesala del segundo semestre las paritarias reflejan un nivel de dispersión inédito desde 2006, cuando se reactivó en forma generalizada la negociación colectiva. Según el Observatorio de Derecho Social de la CTA Autónoma tal dispersión abarca los porcentajes y los plazos de dichos acuerdos salariales.
“A corto plazo se aprecia una dinámica muy inestable. La carrera precios/salarios se acelera mes a mes y la inminente segunda temporada de las paritarias 2023 se va a desarrollar en pleno proceso electoral”, contextualizó Luis Campos, titular de ese observatorio, a BAE Negocios. El mosaico salarial se completa con fenómenos como la paradoja del empleo con crecimiento sostenido, en paralelo a magros sueldos, los salarios del personal fuera de convenio que continuarán debajo de la inflación anual y la necesidad de activar una suma fija como refuerzo a las paritarias de los salarios más bajos.
Campos explicó que en lo que va del año hubo 3 tipos de acuerdos. Los más extensos con mejoras entre el 45% y 65%; la primera tanda de pactos trimestrales con números en promedio del 20% y la segunda tanda para ese lapso con mejoras superiores al 30%.
Entre los más extensos para el rango temporal están Aceiteros con el 43,9% a partir de enero; Bancarios con 66% producto de dos acuerdos cortos; Sanidad/Clínicas 50%; Utedyc rubro entidades civiles y deportivas 48%; Gráficos 50% y los desmotadores de algodón, que tutela la Federación de Aceiteros, con el 65%. “La revisión de todos estos acuerdos arrancará en julio”, acotó Campos.
Sobre los acuerdos trimestrales cortos, con porcentajes más bajos, el analista remarcó que los mismos se firmaron “cuando todavía había alguna expectativa de contener la inflación”.
Allí se ubican cuatro organizaciones gremiales de peso: Comercio 19,5%; Construcción 22%; Metalúrgicos 18,8% y Petroleros 23%. Todos estos convenios vencen a fin de mes.
"Hasta la suma fija, siempre"
Campos precisó que la segunda tanda de acuerdos trimestrales subió los porcentajes: en efecto Sanidad/Laboratorios selló el 37%; Químicos 37%; Administración Pública Nacional 33% y los trabajadoras y trabajadores de casas particulares llegó al 27%. Tendrán la alternativa de revisión en los próximos meses. Siempre en virtud de dispersión descrita hay núcleos de labor relevantes que todavía o bien no comenzaron su pulseada o están revisando convenios firmados hace pocos meses.
Entre los que no iniciaron su debate está Alimentación, que días atrás completó su pacto 2022/23; el convulsionado gremio de Neumáticos que debatirá en julio y los camioneros.
Si de fricciones se trata, para las revisiones en desarrollo con paros anunciados y conciliaciones obligatorias, forzadas y no forzadas, sobresale la UTA que a inicios de este año pactó algo menos de un 30% para el primer semestre. Además, sin beligerancia apreciable por sintonías diversas, el sector público bonaerense firmó un 40% para el primer semestre.
Más allá de las dispersiones sigue vigente la necesidad de que el Gobierno defina el pago de una suma fija. Martín Kalos, economista y director de EPyCA Consultores, enfatizó que para los ingresos más bajos “es cada vez más significativa una medida así, porque impacta más que la aceleración inflacionaria y la dispersión salarial”. El experto acotó que la base de la pirámide salarial, comprende a familias que cada jornada están más comprometidas para llegar a fin de mes. Una suma fija es imprescindible para ellos, más allá de que la misma no determine una solución total reforzará sus paritarias”.
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