El Intendente y los gremios tuvieron su primer encuentro para hablar de aumentos. Reclamo de 1.000 pases a planta.
“Las cuentas del municipio están bravas”. Esa fue la definición con la que el intendente, Julio Garro, justificó ayer ante una mesa de sindicalistas su oferta del 12 por ciento de aumento para todo 2018.
Sus interlocutores, el secretario general de UPCN, Carlos Quintana, y su par del Sindicato de Municipales, Darío Alfano, escucharon pero desistieron de aceptar ese porcentaje, sobre todo cuando aún se encuentra abierta la paritaria estatal provincial y cuando el porcentaje que en ese nivel se debate es el de un mínimo del 15 por ciento.
Por eso, el cónclave en el despacho del Intendente fue corto, con la idea de continuarlo hoy y analizar entonces una docena de propuestas elaboradas por los gremios de que representan a los casi 5 mil trabajadores municipales.
Pero hay otras cuestiones que preocupan los dirigentes gremiales. Entre ellas la promesa incumplida del jefe comunal de pasar a planta permanente a 500 contratados. Se trata de una medida que Garro anunció en junio del año pasado, luego de firmar un convenio colectivo de trabajo, que más tarde fue observado por el gobierno provincial.
Según la promesa que en ese momento había hecho el Intendente, en diciembre de 2017 iban a pasar a planta 500 trabajadores temporarios. Nunca ocurrió.
Ahora los gremios reclaman que ese beneficio de la calidad laboral sea de 1.000 cupos (a razón de 500 por año, como lo exige la ley).
Y reivindican otras mejoras traducidas en bonificaciones y otros beneficios. De cualquier modo, calificaron la discusión como “tentativa”. La que valga llegará una vez cerrada la paritaria provincial.
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