Más que una cuestión interpretativa a la luz en la suba de los precios de productos esenciales, la negociación colectiva encorsetada y la mirada atenta al empleo
Por Luis Autalan
La decisión del Gobierno de no convalidar paritarias por encima de los índices de inflación colocó un freno a la recuperación de los haberes y dificultades para mejorar el salario real. Se trata de la gravitación de las horas extras que está mostrando que es una variable que permite una mejora.
En efecto, de acuerdo a diferentes ponderaciones oficiales se tiene en cuenta sumar esas horas para el diagnóstico del ingreso.
A lo ya publicado por BAE Negocios sobre la paradoja de las paritarias sin flotación, bajo techo reforzado desde 2023 y la energía de sueldos que enarbola el Gobierno se sostiene el debate.
El foro de la Universidad Nacional de San Martín, Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (Cetyd-eidaes-Unsam), desarrolló su análisis a este diario.
En las conclusiones del paper aseveran que “el crecimiento de los salarios observado en los últimos meses no obedece a una suba del salario normal y permanente sino a un incremento de las horas trabajadas”.
La Unsam también parte de los dichos optimistas del ministro de Economía Luis Caputo y el jefe de Gabinete Guillermo Francos con base en un informe de la secretaría de Trabajo, que tomó como fuente la serie del Sistema Previsional Argentino (SIPA) que incluye las horas extras y otras adicionales para sus estadísticas. Mientras que, siempre desde la data oficial, el Indec no toma esos agregados para su análisis salarial.
En la Unsam reportaron que en febrero de 2025, el poder adquisitivo de los salarios de los trabajadores formales del sector privado fue 7% mayor que en noviembre de 2023, mes previo a la asunción del presidente Javier Milei. “La información proviene de los registros administrativos del propio Estado Nacional, por lo cual no hay motivo alguno para dudar de su veracidad”, refrendaron los investigadores universitarios
No obstante alertaron: “llama la atención que ese crecimiento salarial se produce en el mismo momento en el que el gobierno fijó un techo muy estricto a las paritarias y no está homologando los acuerdos que superan esa pauta. Esa situación aparentemente paradójica se refleja en los datos”.
Según la universidad citada desde fines de 2024 tuvo dinámica concreta un marcado desacople entre los salarios negociados en paritarias y los efectivamente cobrados por los trabajadores a principios de mes. Los negociados en paritarias se mantuvieron estables de septiembre 2024 a febrero 2025, de hecho aumentaron 1% y cayeron en marzo.
“Pero en simultáneo, los salarios que efectivamente cobraron los trabajadores crecieron 9% durante ese mismo período”, acotaron en el informe. Con puntos de coincidencia en el zoom técnico que aplicó la CTA Autónoma para el mismo tema, desde la Unsam consideran que la interpretación se corresponde “a la luz de lo que está sucediendo en el empleo". A diferencia de la actividad económica, que volvió al nivel de inicio de la crisis, el empleo no logró compensar la contracción previa y a fines de 2024 se mantuvo 2,3% debajo de fines de 2023”.
En números, el análisis de la Universidad de San Martín
Aquí aprecian el eje de las horas extras que se están realizando en diferentes empresas que crecieron 5% en ese mismo período de tiempo. Para los analistas “en el actual contexto de inestabilidad, las empresas están optando por aumentar las horas extras antes de contratar más trabajadores”.
En simetría con las fuentes citadas otros economistas aseveran que los trabajadores no cobran más porque el valor de su salario normal y permanente se incrementó sino porque trabajan más horas. Agregando otro punto de vista con relación al contexto general, Daniel Schteingart, director de Planificación Productiva en Fundar, consideró al respecto que "el segmento asalariado registrado privado es el de mejor desempeño por lejos. Si contamos públicos e informales, la historia dice una cosa bastante distinta".
“Éramos tan pobres”
El poder adquisitivo de los salarios se incrementó -levemente- entre fines de 2023 y 2024, como pregona la Casa Rosada. Ahora, con pensamiento crítico analistas y dirigentes sindicales consideran que de excluir las horas extras y observar el salario por hora trabajada, el incremento fue menor: el salario total creció 7% y el salario horario, 2%.
“Esta diferencia para fines de 2024, seguramente se haya profundizado a principios de 2025, período para el cual no hay información disponible aún", pero recalcan en la Unsam la acentuación del desacople entre los salarios efectivamente cobrados y los negociados en paritarias que ocurrió durante esa etapa.
El análisis permite arribar a conclusiones: el crecimiento de los salarios observado en los últimos meses no obedece a una suba del salario normal y permanente sino a un incremento de las horas trabajadas. Por cálculo simple, a más labor más ingreso. El informe rotula el fenómeno como “crecimiento de la intensidad laboral”.
Remarcan además potentes luces de alerta porque la “energía de haberes vía horas extras” tiene el riesgo de ser rápidamente revertida si la actividad se estanca o se retrae.
“A diferencia de los aumentos negociados en paritarias, las horas extras son el primer componente salarial que se elimina cuando el ciclo económico pierde dinamismo. En consecuencia, a menos que los incrementos actuales se trasladen a los salarios básicos de convenio, los trabajadores podrían experimentar una brusca reducción de ingresos si la actividad interrumpe la tendencia al alza que mostró desde mediados de 2024”.
La misma evolución podría tener lugar si la actividad continúa expandiéndose y por ende el empleo crece, va de suyo que habría reducción de horas extras y de los salarios efectivamente percibidos “una convergencia a la baja con los salarios negociados en paritarias”, remarcó la Unsam.
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