Los transportistas de cereales y oleaginosas llevaron a cabo su segundo día consecutivo de la huelga en todo el país con la que reclaman un ajuste del 31 por ciento en sus tarifas. El presidente de la Confederación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (CATAC), Ramón Jatip, dialogó con REALPOLITIK sobre el alcance de la medida.
RP.- ¿Cómo es el balance de la medida de fuerza?
Ha sido contundente, hemos tenido hasta ahora un ciento por ciento de acatamiento, no hay camiones o grupos de camiones en los puertos de ninguna manera, lo que se han visto es porque han quedado desde hace dos días.
Vivo en Junín provincia de Buenos Aires, mi ciudad natal, y en la ruta no había nadie, ni un camión pasó cargado por ese cruce de rutas 56 y 188 durante estos días.
RP.- ¿Esto afecta lo que es camión de carga de cereales o de otras cosas?
Por ahora es cereales solamente, veremos si tendremos alguna convocatoria. Tendríamos que ver si empezamos a parar todos los camiones que estén trabajando pero hasta ahora no creemos que sea necesario.
Simplemente estamos ante una medida muy contundente por parte de los cerealeros como no ocurrió en mucho tiempo. Por suerte sin inconvenientes hemos logrado esto que creo no tendríamos que haberlo hecho nunca pero fuimos obligados prácticamente a realizar la medida de fuerza.
RP.- ¿Cuál fue por último la gota que rebalsó el vaso para llevar a cabo esta medida?
Hasta el año pasado con lo mal que estábamos los transportistas acompañamos a los productores todo el tiempo negociando hasta los límites posibles y muchas veces trabajando con muy poca rentabilidad.
Y cambió todo menos para nosotros, la devaluación no la pudimos trasladar, el gran aumento de combustible que no nos había pasado nunca. El año pasado con el gobierno anterior llegó solamente al 15 por ciento y ahora subió el 31 en 4 meses. También hubo un aumento de costos.
Nos sentamos con la gente del campo, con los representantes de las cámaras y dijimos abiertamente que no estábamos dispuestos a avalar ningún aumento, creímos que era parte de una negociación y nos cerraron la puerta y a nosotros no nos quedó otra que hacer el paro. Es un paro ejemplar, sin incidentes, sin peleas, demostrándoles a los productores que son ellos los que están en falta y no nosotros.
RP.- ¿No tendría que intervenir el estado?
Sí lo que pasa que acá siempre ha sido una negociación entre particulares, el estado debería y meterse en este problema y evaluar de qué forma salir porque si hay algo que nosotros queremos siempre es trabajar y no nos podemos permitir tener las unidades paradas.
Tenemos choferes, familias, los camioneros deben trabajar todos los días del año porque es fácil total a los vecinos les llega la carne, la fruta, la leche si total alguien que no sea nosotros lo puede llevar.
RP.- ¿Cree que se llegó a un límite?
Sí, estamos en un límite. Convengamos que el 31 por ciento en el combustible es un gran problema. Después entre los fletes y la mano de obra tenemos un 80 por ciento de gasto y el otro 20 no significa nada. El paro sigue por tiempo indeterminado hasta que alguien mueva un apalanca y no se comuniquen con nosotros.
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