La jornada de este jueves estuvo marcada por una paralización casi total del Congreso Nacional, como resultado del masivo acatamiento al paro general convocado por la CGT. En este contexto, una expresión informal del secretario general de la Asociación del Personal Legislativo (APL), Norberto Di Próspero, generó revuelo puertas adentro del gremio y en el ámbito político.
Al referirse a los dichos del presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, el dirigente sindical lanzó una frase que rápidamente circuló: “Se comió la masita”.
La declaración fue una respuesta directa a la publicación de Menem en redes sociales, donde afirmaba que la actividad legislativa se desarrollaría con normalidad pese a la medida de fuerza, agregando que “nunca un paro le trajo beneficios a la sociedad en su conjunto”.
Sin embargo, lo que se vivió en el Congreso fue muy distinto a ese pronóstico. El edificio legislativo mostró pasillos vacíos y oficinas cerradas. Di Próspero aseguró que la adhesión al paro fue “contundente en todos los sectores” del Poder Legislativo, remarcando la escasa presencia tanto en Diputados como en el Senado.
La medida de fuerza no solo afectó al personal legislativo afiliado a la APL, sino que también contó con la adhesión de gremios como ATE y UPCN, lo que amplificó el impacto en la estructura operativa del Congreso. Como resultado, el canal oficial DTV no emitió su programación habitual y se limitó a retransmitir sesiones de comisión pasadas.
La parálisis también obligó a una reorganización del cronograma legislativo. No se convocaron reuniones de comisión para este jueves y las que se celebraron en días previos no lograron el quórum reglamentario. La oposición, previendo este escenario, adelantó su pedido de sesión especial para el martes, con el objetivo de facilitar el retorno de los legisladores a sus provincias.
En el Senado, el panorama fue similar: no hubo actividad programada y la sesión prevista para el miércoles fue suspendida por las dificultades logísticas derivadas del paro.
Di Próspero también evaluó el impacto más allá del Congreso. “Se nota en la ciudad, hay poco movimiento, aunque los colectivos están circulando. Los comercios están abiertos, pero casi vacíos”, describió, dando cuenta del alcance generalizado de la medida de fuerza.
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