La proclamación que se realizó en un acto que se hizo por la tarde fue como un hecho que no inmutó a la CTA de Pablo Micheli en Salta, encabezada por Vuenaventura David. Al menos eso demostró la secretaria adjunta de la Central en Salta, María Lapasset, quien indicó que esta nueva situación que se plantea a nivel local reflectándose en una situación nacional "no nos molesta ni nos importa".

Aseguró que desde la CTA se "tiene autonomía" del Gobierno Nacional (una de las críticas más comunes contra Yasky), aunque entendió que esto no implica "neutralidad". "Si vemos que hay un gobierno que responde a reclamos populares, hay que apoyar", dijo. Contrapuso esa posición a la de Micheli acusándolo de ser uno de los principales críticos de Hugo Moyano (de la CGT), para ahora "estar enamorado", del camionero. Apuntó también en contra de la alianza de este sector con parte de la mesa de enlace que representa los intereses de la Sociedad Rural. "A un gobierno que se enfrenta al FMI nosotros no nos oponemos", siguió el gremialista al indicar que no obstante, hay críticas desde su sector a las políticas para los trabajadores. Entre ellos, la necesidad de apuntar a la protección del trabajo en lugar de las indemnizaciones por accidentes de trabajo, y los gravámenes que tocan a los trabajadores cuando el impuesto a las ganancias "debiera ser impuesto a personas físicas con altos ingresos, a fin que no trasladen ese impuesto a los productos que consumen los trabajadores". De una como de otra CTA se habla de una elección irregular propugnada por cada filial en particular según quien denuncie. Por ahora, Yasky explicó que existe un recurso en la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN), por el cual se deberán definir las fechas de la votación. Sin embargo, entendió que entre que pase ese tiempo y llegue el momento de las elecciones, tal vez se esté convocando a una nueva elección nacional.