El cierre de la última semana del Ejecutivo municipal que dirige Juan Manuel Llamosas no fue para nada ideal. Un grupo de gremios integrados a “Las 62 Organizaciones Peronistas” pusieron en aprietos al intendente con una manifestación en el Día de la Militancia y un pedido reunión para los próximos días que, de no concretarse, promete propinarle fuertes dolores de cabeza al Gobierno de Río Cuarto con la amenaza de una gran movilización. En medio de esto, al Ejecutivo le llegan solicitudes respecto a la realidad salarial de los trabajadores municipales.

Desde hace algunos días, el Sindicato de Trabajadores Municipales (STM) viene realizando una serie de encuentros para delinear la estrategia con la que abordarán al Ejecutivo en pedido de una serie de acciones que planteen una mejoría económica para los trabajadores en tiempos de mucha incertidumbre. En ese trayecto, representantes de la Municipalidad se acercaron al gremio para encaminar un cierre de año auspicioso, tanto para el bolsillo de los trabajadores como para la agenda política de un Llamosas que levanta vuelo hacia su ascenso provincial. 

“No estamos hablando solo de un bono, sino de una reevaluación integral de las condiciones actuales”, le adelantaba a Alfil un representante del STM que desde hace cuatro meses es comandado por Jorgelina Fernández. Así se reconocía el inicio de conversaciones con la patronal, aunque todavía no se ha conformado la mesa de paritarias. Con esto, el sindicato responde a los pedidos de sus afiliados, incluso de aquellos que provienen de la oposición.

Justamente, desde estos sectores han liderado una línea discursiva similar a la que “Las 62” plantearon días atrás frente al Palacio de Mójica. “Muchos trabajadores no llegan a fin de mes y ven que se otorga subsidios a todos, mientras los trabajadores municipales nos preguntamos cuando nos toca a nosotros”, plantearon desde la ex Lista Azul que compitió en las urnas contra la actual comisión. El planteo por el pago de subsidios a la empresa SAT se presenta como el principal eje de conflicto entre los

Los pedidos

En las etapas preliminares de la negociación, el sindicato que dirige Fernández ha transmitido la necesidad de llevar adelante medidas que recuperen lo perdido con la inflación antes de fin de año. En ese sentido, la medida principal sería la aprobación de una nueva escala salarial y el adelantamiento del 10% que resta del acuerdo vigente (que pase de maro a enero), acciones que tienen la intención de acomodar las cuentas para iniciar una mesa paritaria ni bien comience el 2023. Claro que también incluye un bono de fin de año (no remunerativo) a ser cobrado el 29 de diciembre, aunque todavía no se detallaron cifras.

Además de estos pedidos, el STM también planteará reclamos respecto a la situación de los trabajadores del Ente de Prevención Ciudadana, un área delicada que viene recibiendo varios reajustes por parte del Ejecutivo. “Merecen un reconocimiento por ponerle el cuerpo a una tarea muy compleja como es el trabajo en el tránsito”, expresaron desde el Sindicato, donde buscan un pago adicional.

Más allá de las cuestiones salariales, desde el STM vienen sosteniendo una agenda que apunta a la total organización de sus afiliados. Para ello, vienen conformando comisiones en cada una de las áreas de la Municipalidad, habiendo alcanzado ya un 50% y están avanzando en conversaciones con las áreas restantes. El objetivo es “avanzar lo más posible” y efectivizar una especie de ejercicio de poder con el que aumentar la presión sobre la patronal cuando llegan los momentos difíciles, como el de las negociaciones paritarias.

“Voluntad de dialogo”

Más allá de las diferencias que Alfil viene describiendo en el vínculo STM-Municipalidad, desde el gremio afirman que la diferencia con otras instancias similares es que, en esta oportunidad, no se habla tanto de pulseadas. “La patronal está demostrando que tiene una voluntad de dialogo, algo que es muy positivo para nosotros”, indicaron desde el sindicato, expresando que el “click” se dio con la reciente asunción de Isabel Cucco al frente de la Subsecretaría de Recursos Humanos, designada por Llamosas para mantener un clima de buen dialogo con la nueva dirección del Sindicato. 

En cuanto a las pretensiones del Ejecutivo, la respuesta es siempre la misma: “No vamos a proponer más de lo que podamos pagar”. Aunque las paritarias vendrían más adelante, la economía del municipio prevé que la respuesta estará cerca de las pretensiones del STM. Al superávit -que ya va por sexto año consecutivo- solo debería agregarse una mejorada relación con el sindicato. Con esto, Llamosas buscará resolver los escollos y permitirse seguir enfocado en su camino hacia el ascenso.