El secretario general de la Uocra local falleció a los 69 años. Conducía el gremio desde hace casi tres décadas. Lo despidieron dirigentes de diversos sectores.
El sindicalismo de Mar del Plata amaneció ayer con una pérdida que hace una semana era impensada: el secretario general de la Uocra, Jorge Trujillo, murió en la clínica 25 de Mayo, donde había sido internado el martes en terapia intensiva tras sufrir un accidente cerebro vascular.
“El sindicalismo pierde a un gran dirigente. Un hombre que estuvo siempre al servicio del trabajador”, dijo su hermano César, que lo acompañó en gran parte de su trayectoria gremial.
Jorge, también conocido como “Carozo”, había asumido en la secretaría general del gremio de la construcción en 1989. También fue en dos oportunidades secretario de Finanzas de la Uocra nacional y hasta comandó la CGT local.
“Era de los que pensaban que al gobierno de turno le tenía que ir bien para que al trabajador le fuera bien. Lo mismo con los empresarios: siempre los acompañó en su inversión, porque si el empresario no invierte nosotros no tenemos trabajo”, comentó César a LA CAPITAL.
Lo definió como “buen hijo, buen padre y deportista“. En esa faceta, Jorge se desempeñó como capitán de la selección de fútbol de Miramar, guardavida y hasta boxeador.
Había nacido en Mar del Plata y se crió en Chapadmalal, donde su padre era mecánico de la unidad turística. “Eramos muy sanos. Andábamos a caballo y nadábamos”, recordó César.
Eran otras épocas, alejadas de las discusiones con los empresarios y los dirigentes políticos que más de una vez lo tuvo a Jorge como protagonista. “Hemos tenido siempre una excelente relación, más allá de que ellos están de un lado y nosotros del otro. Siempre ha habido diálogo, siempre hemos podido llegar a entendimientos, siempre han luchado por las obras”, destacó Norberto Cánepa, vicepresidente del Centro de Constructores, después de fundirse en un fuerte abrazo con César en la sala velatoria, a la que asistieron dirigentes de diversos sectores.
“Lamento muchísimo la pérdida de Carozo”, apuntó Cánepa, y no dejó de recordar que su personalidad era
“un poco fuerte, cascarrabias”. “Es una gran pérdida. Y queda su hermano, que también es una buena persona, para llevar adelante el sindicato”, mencionó.
El último conflicto en el que Jorge ofició de actor central fue el del predio de residuos, que mantuvo a la ciudad sin recolección durante dos días de principios de enero y se resolvió con una conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo bonaerense. Trujillo celebró entonces esa decisión, que implicó además la continuidad hasta fines de febrero de la empresa operadora del predio, Tecsan, y en consecuencia la de sus trabajadores, algunos de los cuales son afiliados a la Uocra. A la hora de reconocer méritos no dudó: le agradeció esa intervención, sobre todo, a la gobernadora María Eugenia Vidal.
Trujillo padecía una arritmia cardíaca que se tenía que tratar con un medicamento. Según su hermano, no lo hizo en tiempo y forma. El martes al mediodía sufrió el ACV y fue inmediatamente trasladado a la clínica, donde estuvo internado en terapia intensiva. En un principio, los partes médicos eran alentadores, pero luego sufrió otro episodio que tornó imposible su recuperación. El viernes su familia ya sabía que el cuadro era irreversible.
“Vivió la vida intensamente, con su trabajo, su pasión. Fue un hombre abierto, honesto y por mucho cariño por su trabajo”, dijo César a manera de despedida.
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