Pese a su fenomenal poder de lobby, Hugo Moyano sigue sin lograr que Alberto Fernández nombre al abogado Guillermo López del Punta como secretario de Transporte. En un mano a mano la semana pasada, el jefe camionero le había pedido al entonces presidente electo que designara a López del Punta, pero por la resistencia que genera en algunos gremios -sobre todo los colectiveros nucleados en la UTA- hasta ahora el plan de Moyano hace agua.

Como flamante ministro de Transporte acaba de asumir el massista Mario Meoni. El ex intendente de Junín ahora debe nombrar al segundo escalón de su cartera. El lugar más clave que está en discusión es la Secretaría de Transporte.

El camionero quiere ahí a López del Punta. Pero según se dice en el mundo gremial, el jefe de los colectiveros, Roberto Fernández, trabó contacto con un alto miembro del flamante oficialismo para plantear que él no estaba "ni por arriba ni por abajo del Negro Moyano".

En buen romance: que no aceptaría que como secretario de todo el área quede un hombre de Moyano. "¿Por qué un camionero debería controlar el transporte de pasajeros?", es el argumento que, según se dice, tiró Fernández

La propuesta de la UTA sería "salomónica": que a la Secretaría vaya alguien que no esté alineado con ningún gremio y que en las Subsecretarías los gremios de cada sector puedan proponer a los funcionarios. Que el subsecretario de Transporte Automotor sea alguien que tenga el visto bueno de los colectiveros, que el subsecretario de Transporte Ferroviario el de los sindicatos ferroviarios, que el de Transporte de Cargas y Logística el de Camioneros. Y así.

En la actual estructura del Ministerio de Transporte hay 11 Subsecretarías.

El control de las Secretarías y Subsecretarías asoma clave. Es que, por un lado, desde el Ministerio se reparten multimillonarios fondos en subsidios: en 2018 se repartieron $ 95.000 millones.

Por el otro, desde la Secretaría de Transporte, de donde depende la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT), se fijan los controles y reglamentaciones de la actividad.

Un ejemplo: aunque Moyano se opuso, Transporte durante la gestión macrista autorizó la circulación de bitrenes, esas unidades de gran porte y más largos que un camión común, que permiten llevar más carga. El mes pasado este tipo de vehículos, ya había 72 bitrenes circulando por las rutas argentinas.

Para Camioneros, con estos camiones las empresas "ahorran costos laborales". ¿Tendrá algún plan con los bitrenes Moyano en caso de controlar la Secretaría?

Originalmente, Moyano apostaba más alto: buscó colocar al ministro de Transporte. Este lunes directamente cuestionó abiertamente al recién designado Mario Meoni: "Puede haber estudiado, pero no conoce en profundidad la actividad”.

​En realidad el planteo del camionero se escucha en los otros gremios del transporte: que en cada Subsecretaría o Secretaría "debe nombrarse a gente que entienda de la actividad".

¿Y qué sucedería si se designa funcionarios sin el OK sindical? "Tienen que ponerlos, ¿si no qué colaboración va a tener el Gobierno de nosotros?", plantearon a Clarín en un gremio.

De acuerdo a versiones que circulaban en la noche de este miércoles en el massismo y también en sindicatos del transporte, en la Secretaría de Transporte podría desembarcar Gabriel Bermúdez, ex funcionario de la provincia de Córdoba. Se decía que fue un pedido de Alberto Fernández para recompensar al peronismo cordobés que jugó con él en la presidencial.

También se menciona para el cargo a Felipe Rodríguez Laguens, ex director de la Agencia Nacional de Seguridad Vial y a otro cordobés, el también cordobés Walter Saieg.

Aunque había sonado con fuerza, el massista Raúl Pérez no irá finalmente a la Secretaría de Transporte: asumirá como secretario de Empleo y Capacitación del Ministerio de Trabajo.