El secretario general de la Unión de Empleados Judiciales de la nación, Julio Piumato, se reunió con miembros de la Corte de Justicia de la provincia, ocasión en la que abordaron la situación salarial de los empleados, como también las denuncias por acoso laboral hacia los trabajadores judiciales.

El gremialista calificó de positivo y franco el encuentro con las máximas autoridades de Justicia. “Pedimos que haya una relación fluida con el gremio, porque son muchos los temas a nivel local que están pendientes de resolución”, comentó a la salida del encuentro y agregó que el gremio local acercará por escrito las demandas.

Cuestión salarial

Uno de los principales temas abordados fue la cuestión salarial, al considerar que el aumento otorgado de un 30 por ciento en tres partes “va a quedar corto”. En ese orden, Piumato sostuvo que le pidieron que analicen la posibilidad de adelantar la tercera cuota que está prevista para diciembre. “El presidente se comprometió a estudiarlo y nos dijo que podría haber formas de hacerlo. Mostró buena voluntad en eso”, sostuvo.

Además, le transmitieron que si el espiral inflacionario sigue creciendo, entienden que la recomposición va a quedar atrasada respecto al costo de vista. Por este motivo, pidieron una revisión en el segundo semestre”, para garantizar que no se pierda el poder adquisitivo de los ingresos.

Para Piumato, si los salarios pierden frente a la inflación, es un ajuste y entiende que “el famoso fantasma de que los salarios generan inflación ha quedado absolutamente desmentido por la realidad. Entonces, por lo tanto, si los salarios pierden frente a la inflación, es un ajuste para los sectores que viven del trabajo y sería muy injusto”.

Otro de los puntos abordados es el tema del acoso laboral que dijo que preocupa porque “genera problemas no sólo en la salud, sino que también afecta el servicio de Justicia”.

Al respecto, plantearon dos temas que no han llegado todavía al nivel de denuncia: “Uno es la fiscalía de Tinogasta y otro, la de Santa María”, contó y detalló que Ricardo Cáceres le habló de la evolución de esos sumarios. “Le pedimos que si se demuestra, haya una sanción ejemplificadora, porque generan prudencia en aquellos casos que quieran ejercer. El aliado más brutal de la violencia laboral es la impunidad”, concluyó.