Omar Plaini dialogó con Sonido Gremial y revela sus sensaciones sobre la persistencia en el “detrás de escena” de la intención de Martin Tetaz en reformar el sindicalismo en Argentina.
El debate sobre la reforma sindical no solo se centra en los aspectos legislativos que se abordarán –otra vez- este martes en la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados, sino también en las amenazas que impulsan desde el Gobierno y el PRO sobre los dirigentes sindicales y la estructura del movimiento obrero.
Omar Plaini, secretario general de Canillitas, aseguró que la intención clara se encuentra centralizada en “desfinanciar al sindicalismo”, apuntando directamente a “un sector muy grande de la política” destinado a hacerlo.
Para el también presidente de Los Andes, esta movida responde a un temor por la influencia del sindicalismo argentino, un poder paralelo que, a pesar de no poseer una gran representación legislativa, sigue siendo un actor clave en la política del país. “Tienen miedo por la estructura del sindicalismo argentino y porque debemos incidir en el voto“, intuyó el dirigente, aludiendo a la fortaleza histórica y el peso del movimiento obrero en las decisiones políticas, más allá de la deuda en materia de cantidad de elementos dentro del Parlamento.
La reforma, tal como está planteada, apunta a reducir recursos y fortalecer controles sobre los sindicatos, algo que los gremialistas ven como un intento de quitarles poder. “Quieren quitarle recursos al movimiento gremial” y señaló que el modelo ideal de los detractores se resume en la frase “el mejor sindicalismo es el que no existe“. Este enfoque, en el que algunos políticos intentan despojar al sindicalismo de su capacidad de movilización y negociación, plaini la entiende como un ataque directo a la autonomía y fuerza de los trabajadores organizados.
El Canillita defendió la necesidad de un sindicalismo sin limitaciones artificiales, especialmente sobre los periodos de mandato. “Hay muchos de los políticos que buscan limitar los mandatos sindicales que vienen desde la dictadura, que empiecen por ellos“, afirmó. “A Nosotros nos votan nuestros afiliados y cada año debemos rendir cuentas en la Memoria y el Balance”, responde.
La insistencia de Tetaz
Plaini también incluyó, como no podía faltar, al autor del proyecto como blanco de las críticas. “Tetaz es solo un instrumento, es funcional a los intereses de los grandes sectores“, señalando que lo que está en juego no es solo la reforma sindical, sino una consolidación del “libre albedrío” de las grandes corporaciones y actores económicos, en detrimento de los derechos de los trabajadores.
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