El líder de Camioneros se resiste a dialogar con el Gobierno y elige profundizar alianzas con ciertos gremios y algunas organizaciones sociales
Por Alejandro Di Biasi
La presidencia de Javier Milei provocó divisiones en el radicalismo, el peronismo y el PRO. Ahora le tocó el turno a la Confederación General del Trabajo (CGT), que quedó virtualmente dividida tras la renuncia de Pablo Moyano a su cargo de secretario General, que compartía con Héctor Daer y Carlos Acuña. Los movimientos de los próximos días darán la real dimensión de cuánto afecta a la central obrera dicha dimisión, que no significa la salida del sindicato de Choferes de Camiones el triunvirato, sino saber quién ocupará el cargo en representación del gremio.
Más allá de estas cuestiones formales, el sindicalismo se reconfigurará nítidamente con un sector dialoguista —hoy representado por el titular de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA), Gerardo Martínez— y otro por Moyano, respaldado por el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FreSiNoNa), del que participan gremios de peso como los mecánicos (SMATA), los Viales, Marítimos Unidos (SOMU) y Taxistas, entre otros.
Pablo Moyano rechaza el diálogo de la CGT con el Gobierno de Javier Milei
Las reuniones de la mesa chica cegetista con funcionarios del Gobierno como el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el asesor presidencial, Santiago Caputo, o el último encuentro convocado al Comité Consultivo Permanente de la Ley de Riesgos del Trabajo para discutir un anteproyecto de ley sobre la prevención de riesgos laborales y una iniciativa para modificar la Tabla de Evaluación de Incapacidades Laborales, fueron minando la paciencia de Moyano.
En el entorno del camionero sostienen que "mientras proponemos un paro de actividades, la mesa chica de la CGT sigue negociando con un gobierno que avanza contra los derechos laborales, propone salarios a la baja, hay despidos y algunas de las cosas que prometen nunca las cumplen".
El comunicado de Pablo Moyano, informando sobre su renuncia a la CGT.
Para los sectores enfrentados a Moyano, la renuncia no deja de ser un alivio. Estiman que les permitirá mejorar el vínculo con la Casa Rosada. Hoy hay dos temas primordiales: La homologación de los acuerdos salariales, herramienta fundamental para que los empresarios paguen los aumentos y el envío de fondos de las obras sociales, que salen en cuentagotas y está afectando la atención y las arcas de los sindicatos, que en muchos casos financian el sistema.
Andrés Rodríguez: "Hugo Moyano no está de acuerdo con ir a un paro nacional"
La postura de la CGT se puede leer en las declaraciones del líder de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), Andrés Rodríguez, quien afirmó que "no hay clima para que una medida de fuerza pueda desarrollarse con éxito", e indicó que "una medida de fuerza nunca se descarta, por supuesto, y puede darse más adelante, pero hoy no.
Las expresiones del también secretario Adjunto de la central obrera son una síntesis del pensamiento de sus pares: hoy Milei sigue con un alto nivel de apoyo de la población, a pesar del fuerte ajuste económico, y sostienen que la clase política no los acompañó en las medidas de fuerza que realizaron desde el inicio de la gestión libertaria. Para agregarle más fuego al incendio gremial, Rodríguez se refirió a las intenciones de Pablo Moyano de convocar a un paro nacional, señalando que "nos consta que Hugo Moyano tiene una postura distinta a la de Pablo. Nos lo dijo claramente. Avaló un planteo lógico porque el gremio de Camioneros tiene un montón de responsabilidades. Tiene que negociar sus propias paritarias y sus realidades".
Advirtió que sectores que estaban en conflicto, como el aeronáutico, terminaron acordando con el Gobierno, al igual que los choferes de colectivos nucleados en la UTA. "Indudablemente, estamos en un momento donde tenemos que medir cada paso que se da", afirmó y para desautorizar más a Pablo, reveló: "El secretario general de Camioneros es Hugo Moyano. Y cuando hay algún inconveniente como este tema, nosotros hablamos con el secretario general".
¿Cuál será el poder de fuego de Pablo Moyano?
Hace pocas semanas, quien abandonó su cargo de secretario Gremial en la central obrera fue Mario "Paco" Manrique, a su vez Adjunto de SMATA. En la previa a la renuncia de Moyano, recargó las críticas diciendo que "los compañeros de la CGT hicieron un análisis equivocado de la situación y no están a la altura de las circunstancias que está viviendo el pueblo argentino" y apuntó: "Si no unificamos la conflictividad en la entidad madre que le da un paraguas legal a todo el movimiento obrero, estamos haciendo el papel de idiotas útiles. ¿Qué va a cambiar el 2025?".
En el último encuentro cegetista, quien reclamó el llamado a una protesta nacional, fue uno de los referentes de la Mesa Nacional del Transporte, Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), que realizó un cese de actividades el 30 de octubre. El pedido fue descartado de plano, siguiendo los argumentos esgrimidos por Andrés Rodríguez.
Como un efecto dominó, Pablo Moyano sabía que sus horas en la CGT estaban contadas, aunque el escenario no lo tomó por sorpresa. Ya venía armando un frente sindical con nuevos aliados como las CTA (de los Trabajadores, comandada por Hugo Yasky y la Autónoma, liderada por Ricardo Peidro), la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) que encabeza Rodolfo Aguiar, los Metrodelegados y organizaciones sociales como la UTEP.
A estos se pueden incorporar otros gremios que vienen enfrentando al modelo libertario, como el bancario Sergio Palazzo, los Aceiteros de Daniel Yofra, el titular del gremio del Neumático Alejandro Crespo, los gremios de Aerolíneas de Pablo Biró y Juan Pablo Brey y hasta la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que encabeza Abel Furlán, entre otros.
La conducción de ATE ya convocó a un paro nacional para el 5 de diciembre. Algunas fuentes sostienen que el nuevo espacio liderado por Moyano aprovecharía esa jornada para hacer su presentación oficial. Habrá que esperar definiciones en los próximos días, con un movimiento obrero a punto de ebullición.
Comentá la nota