En Mar del Plata, la poca demanda existente desemboca en la baja en la producción y la caída de puestos de trabajo. Los rubros más golpeados.
La crisis se siente en distintos lugares del país y en Mar del Plata no escapa a una caída abrupta de la demanda, que genera merma en la producción y en caída de puestos de trabajo.
En la ciudad balnearia que gestiona Guillermo Montenegro, de Juntos por el Cambio, aparecen distintos rubros con golpes, como la industria metalúrgica, el sector comercial y la industria naval.
De acuerdo con datos que difundió la seccional Mar del Plata de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), hubo 80 trabajadores menos en los últimos tres meses pero, más importante que eso, febrero fue el primer mes con más bajas que altas desde la pandemia, y el ritmo de la caída en 2024 es peor que el que se sufrió durante el aislamiento de 2020.
Si bien no fueron despedidos formalmente como ocurrió con una buena parte del sector público, en donde Javier Milei ordenó recortar casi 15 mil contratos de un total de 70 mil, los empleados acordaron con las empresas un arreglo económico -lo que se conoce como acuerdo de desvinclación- o cambiaron de rubro y sus puestos no fueron reemplazados.
Fábricas de calefactores, industria de cámaras de frío para la pesca o de maquinarias para la industria petrolera también fueron algunos de los sectores muy afectados por la suba de costos y menor demanda. Como si fuera poco con la baja de los empleados y de la producción, también suspendieron las horas extras.
La crisis en la UOM
“Hemos tenido 80 bajas en los últimos meses y es mucho. Para tener referencia en la pandemia, hubo 50 en todo el año. Es la primera vez que las bajas superan a las altas. Las estadísticas del sindicato indican así lo indicaron siempre, pero ahora es al revés”, explicó el secretario general de la seccional local de la Unión Obrera Metalúrgica, José Luis Rocha.
El gremialista explicó que “las empresas han planchado la producción y eso puede durar uno o dos meses” ,lo que podría significar que la situación se podría “ seguir agravando”.
La producción no solo se frenó en las industrias metalúrgicas, el sector naval también sufre una situación similar. Debido a las modificaciones que sufrió la Ley de Pesca, se detuvo la construcción de buques, lo que derivó en una reducción del 25% de puestos laborales.
Lanchas pesqueras. El puerto de Mar del Plata, afectado por la crisis económica y de empleo.
El Sindicato Argentino de Obreros Navales confirmó que hubo bajas en la planta efectiva y por la cancelación de muchos contratistas: “Los astilleros que hay en la ciudad frenaron las construcciones de barcos y eso tiene una gran implicancia en los puestos laborales”, explicó el prosecretario de organización y asuntos gremiales, Lautaro Barros.
Además, señaló que las bajas “empezaron con la incertidumbre que generó la ley ómnibus y con la apertura de la importación de insumos manufacturados”. Tal como ocurre con los metalúrgicos, el dirigente cree que los próximos meses serán “complicadisimos”, ya que si se produce la apertura total de las importaciones “permitirá comprar buques extranjeros”.
El comercio de Mar del Plata, paralizado
Otro rubro que debido a la baja producción analiza seriamente reducir el personal es el comercio. Por la elevada inflación los comercios minoristas marplatenses sufren hace un año una merma en las ventas, algo que no se modificó en el verano por el poco turismo que existió.
La Unión del Comercio, la Industria y la Producción (UCIP) reveló que los rubros de alimentos, calzado, ferretería, plomería, materiales de construcción, farmacias, indumentaria, ópticas y bazar, entre otros, perdieron un 21% en los últimos doce meses en la cantidad de operaciones.
Ya finalizada la temporada, uno de los grandes preguntas es cómo harán los distintos comerciantes para subsistir con la inflación actual y la poca demanda. Reducir el personal es una opción cada vez más latente al no tener ganancias.
En el Sindicato de Empleados de Comercio confirmaron que no se registraron despidos en el sector e hicieron un llamado a “formar una alianza estratégica entre pymes y trabajadores” para sostener la actividad.
Desde el Sindicato confían que en las vacaciones de invierno se revierta un poco la situación y se dé un poco más de oxígeno financiero.
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