El intendente de Plottier, Andrés Peressini, pidió la mediación de la Provincia para buscar una salida al conflicto que mantiene desde hace tres semanas con los empleados municipales. Los gremialistas aún mantienen tomada la oficina de Recaudaciones y, según el jefe comunal, ya se perdió un millón de pesos por la imposibilidad de pago.

Las negociaciones continuaron hasta entrada la madrugada de ayer, pero se estancaron por el tema de la devolución de los días no trabajados. Al ver que no hay avances, Peressini envió una nota a la Subsecretaría de Trabajo para pedir una conciliación obligatoria. El comunicado ingresó al mediodía y no sería resuelto hasta hoy.

“Es un paro político”, fustigó el intendente. “Es una medida sin sentido: estamos negociando sueldos que se van a pagar a partir de octubre”, explicó y señaló que el incremento que ya se acordó rondará el 27% anual.

El aumento impactará de lleno en las cuentas municipales, ya que, según afirmó el intendente, insumirá alrededor del 97% del presupuesto del municipio y dejará poco margen para los gastos diarios. “Con la toma en Recaudaciones están comprometiendo el pago de salarios para el segundo semestre”, dijo e indicó que de forma provisoria los vecinos de la localidad podrán pagar sus impuestos en la Cooperativa de Electricidad y en la Tesorería del Municipio.

Interlocutores

El estancamiento del diálogo, más por cuestiones de forma que de fondo, llega coronado de la presencia de nuevos interlocutores. Por el lado del Ejecutivo, que sufrió distintos reacomodamientos desde que comenzó esta gestión, se anotó entre los presentes el asesor legal del Municipio y ex funcionario provincial, Facundo Gaitán.

Del lado de los gremios, en tanto, se sumó el emepenista Luis Martínez, ex secretario general de Sitramune y ahora a cargo de una federación de sindicatos patagónica. Lo hizo en expreso apoyo del Sindicato de Empleados Municipales (SEMP), un desprendimiento de UPCN comandado en Plottier por Carlos Ponce.

El sindicalista tomó como positiva la conciliación obligatoria porque sostiene que todo volverá a foja cero.

“El acta está para firmarse, sólo queremos que no nos descuenten los días de paro. Hasta que este punto no se resuelva continuaremos apostados en la oficina de recaudaciones”, señaló Ponce.

También forma parte de la mesa Pilar Sagredo de ATE. Los municipales nucleados en este gremio pertenecen al ala más dura que debe enfrentar el intendente. Este sector paralizó el Municipio cuando, apenas comenzó la gestión, el Ejecutivo no lograba juntar los fondos para pagar los sueldos.