Una reunión normalizadora podría llamarse. La realidad es que tras la renuncia del vidriero Horacio Valdez a la secretaria general del brazo político del peronismo, se abrieron las mil “batallas” por comandar la estructura que siempre es una tentación para cualquier peronista.

La convocatoria fue hecha en la sede del Sindicato de taxistas, en CABA en horas de la tarde, para consensuar si el secretario Adjunto, el cordobés Sergio Fittipalidi quedará al mando de la conducción como indicaría el organigrama; o si el debate llevará a los sindicatos acordar otra figura. Y fue allí cuando surgió el principio de iniciativa de Pablo Moyano, o al menos entorno, de acudir a Bocayuba y plantear ser parte. ¿De qué forma? Eso se resolverá adentro del taxi.

Marcelo Pariente, del gremio de motociclistas y mensajeros, como secretario del interior, fue el destinatario de la carta de renunciamiento de Valdez y quien hoy comandaría la reunión. La presencia o no de Pablo Moyano será clave para indicar el nuevo rumbo de la organización política. Un consultado, dijo: “Si es un compañero que siente el peronismo y la va a activar, bienvenido“; el otro consultado, adhirió: “Estaría buenísimo que agarre el sello“; y el tercero: “Es raro que se fue Valdez y se empezaron a sumar gremios, eso mucho no me gusta, porque Valdez agarró las 62 cuando nadie la quería cuando rompimos con las 62 amarilla“.

El horizonte del Camionero parecería tener doble mirada, ya que las “seis-dos” se suman a la intención del Frente Sindical de indicarlo como uno de los que integre una “eventual” conducción colegiada de la CGT.