La CGT se pone en guardia ante el avance del kirchnerismo sobre las obras sociales

La CGT se pone en guardia ante el avance del kirchnerismo sobre las obras sociales

Creen que les intentarán imponer un sistema universal “a lo PAMI” y temen que con eso se busque desfinanciarlos.

Las vacaciones de la CGT fueron muy cortas. Los integrantes de la mesa chica de la central obrera interrumpirán su descanso para hablar mañana a las 16, en la sede de UPCN, sobre un tema excluyente: la reforma del sistema de salud que impulsa el kirchnerismo y de la que aún siguen sin tener detalles.

La inquietud crece porque la cúpula cegetista no tiene buena relación con Cristina Kirchner y teme que los cambios proyectados apunten a apropiarse de los fondos de las obras sociales para subordinarlos a un esquema centralizado, como el que se intenta implementar en la Provincia con el IOMA, el llamado por expertos del sector “sistema PAMI”.

Por eso intercambiarán opiniones y prevén pedir una audiencia con las autoridades nacionales para pedirles precisiones sobre el supuesto plan que fue elaborado en el Instituto Patria.

Algunos de los presuntos contenidos de la reforma del sistema de salud que trascendieron en los medios coinciden con propuestas ya efectuadas por la central obrera al Gobierno para revertir el desfinanciamiento de las obras sociales, pero el gran problema de los dirigentes de la CGT es que desconfían de las intenciones de quienes impulsarían el proyecto dentro del oficialismo, según Infobae.

En el Instituto Patria hay mucho hermetismo sobre el tema: uno de sus miembros se negó a dar detalles porque “es un secreto de Estado”, aunque admitió que “el plan (de reforma del sistema de salud) existe y se comenzó a escribir en septiembre”.

En otros sectores del Frente de Todos buscaron restarle dramatismo a los cambios que se analizan y aseguraron que se trata “sólo de la idea de un seguro único de salud y la integración vertical de las estructuras del sistema, que están duplicadas o triplicadas, y lo mismo sucede con el gasto”.

Expertos del sector insisten en que la obsesión del kirchnerismo es universalizar el “sistema PAMI” de cápitas para controlar no solo al sistema se salud, sino también sus fondos.

¿ESTATIZACIÓN?

Es decir, nada de una estatización lisa y llana, como Alberto Fernández le garantizó esta semana a Claudio Belocopitt, dueño de Swiss Medical y temen en las empresas de medicina privada, pero sí una mayor presencia del Estado en el sector sanitario porque, como dijo el Presidente, “el sistema de salud tiene un problema estructural que hay que revisar”. En la misma sintonía, Cristina Kirchner sostuvo que “vamos a tener que repensar todo el sistema de salud en la Argentina para hacer un uso más eficiente de los recursos”.

Todos sospechan que detrás de la elaboración del proyecto está Nicolás Kreplak, viceministro de Salud bonaerense, y sus técnicos de la Fundación Soberanía Sanitaria, supervisados por Daniel Gollán, ministro de Salud de la Provincia de Buenos Aires y coordinador de la Comisión de Salud del Instituto Patria.

En un documento difundido en 2019, “Ejes centrales para un programa de salud 2020/2024”, se propone la creación de un sistema único de salud del que dependerán las prepagas y las obras sociales y que incluso centralizará las distintas instancias de control estatal, con lo cual será más difícil que los dirigentes gremiales mantengan su capacidad de presión sobre la Superintendencia de Servicios de Salud, que administra los fondos de las obras sociales. Unificar el control y la conducción del sistema, con una descentralización operativa, sería uno de los ejes de la propuesta que impulsaría el kirchnerismo.

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