De la mano del cantante de la movida tropical y dirigente de los vendedores ambulantes Beto Riba, se reverdece el mítico sello justicialista.
El histórico brazo político del movimiento nacional peronista que fuera liderado por el extinto titular de la Unión Obrera Metalúrgica, Lorenzo Miguel, se encuentra en pleno proceso de normalización a nivel nacional.
El citado agrupamiento de sindicatos fue comandado hasta hace poco por Gerónimo “Momo” Venegas, referente de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), pero luego de su desaparición física, quedó a cargo de su acompañante en la entidad obrera de los peones de campo, Ramón Ayala.
En lo que concierne a la provincia de Santa Fe y a la ciudad cuna de la bandera, la última cabeza visible de 62 Organizaciones Peronistas, fue el gremialista de la Asociación del Personal Legislativo (APEL), Oscar “Ruso” Daniele, pero hoy se encuentra prácticamente desarticulada. Daniele, socio político del concejal que en 2013 ingresara al Palacio Vasallo por el PRO, Diego Giuliano, decidió abandonar la mencionada herramienta peronista cuando el “Momo” blanqueó sus vínculos con el macrismo.
Frente a este panorama, asoma la ascendente figura del secretario general del Sindicato de Vendedores Ambulantes de la República Argentina, Delegación Rosario, Beto Riba. La idea del popular cantante de la movida tropical y de los gremios que lo siguen, es hacer funcionar a “las 62″ en la práctica como una suerte de Confederación General del Trabajo paralela que oficie de interlocutora entre los sectores del empleo y los diferentes niveles estatales, a saber: municipio, provincia y nación. Vale recordar que la CGT Regional Rosario carece de autoridades legalmente constituidas, puesto que venció el mandato de la actual Comisión Directiva. Atento a esta situación, Riba quiere transformarse en prenda de unidad para conciliar la mayor cantidad de ánimos sindicales posibles.
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