Para contrapesar la versión que los empresarios le dan Gobierno por los aumentos de precios, Tombolini suma a asociaciones de aceiteros, molineros, gastronómicos, panaderos y carniceros, entre otros, para escuchar "la otra campana" de lo que pasa en las góndolas.
Por Leandro Renou
El secretario de Comercio Interior, Matías Tombolini, almorzará este mediodía con un puñado importante de sindicatos de la alimentación y la gastronomía para sumarlos al monitoreo de la evolución de los precios. La idea del Gobierno es instrumentar un proceso de observación de los aumentos más importante. "Como escuchamos las razones de los empresarios, también queremos que nos den una mano los gremios, que son los que conocen bien cómo y dónde están los problemas de precios a lo largo de la cadena", dijo a Página I12 un alto funcionario nacional.
El Gobierno busca contrapesar la información de justificación de aumentos que aportan cámaras empresarias como la Coordinadora de Productores de Alimentos (Copal), que conduce Daniel Funes de Rioja y nuclea a todos los grandes jugadores del sector.
De acuerdo a la información a la que accedió este diario, en el evento estarán todos los gremios integrados a la Confederación de Asociaciones Sindicales de Industrias Alimenticias (CASIA) y la plana mayor de la Federación Argentina de Trabajadores de Aguas y Gaseosas (FATAGA). De CASIA serán de la partida la Federación Gremial del Personal de la Carne; los Obreros y Empleados de la Industria Aceitera; los fideeros de SATIF, el Sindicato de Trabajadores del Hielo, la Unión Obrera Molinera, la Federación de Pasteleros, Confiteros; la Federación de Panaderos; la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación y los cerveceros, entre otros.
Por Fataga se sentará su secretario general, Raúl Álvarez, recientemente reelecto, y buna parte de su mesa chica. Esta reunión se da a horas de que el INDEC de a conocer la inflación de agosto, y justo cuando el Gobierno está pidiéndoles a las empresas de alimentos un compromiso para no remarcar durante septiembre, mes que para el ministro de Economía, Sergio Massa, es clave para empezar un sendero que debería redundar en una baja de los precios hacia principios del año próximo.
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