La alimenticia entró en cesación de pagos y eso afectaría a la gigante alimenticia Arcor y hay temor por las consecuencias laborales.
Existe preocupación en el ámbito gremial por la crisis que atraviesa Vicentín y las posibles consecuencias que pueda tener para los trabajadores de Arcor.
Es que la oleaginosa anunció cesación de pagos y eso podría repercutir en la empresa alimenticia.
A los conflictos que se vienen suscitando con Arcor, se suma una nueva preocupación de la mano de la crisis de Vicentín.
Desde el Sindicato de la Alimentación entienden que la situación agrava el cuadro y que puede golpear a los trabajadores alimenticios.
Cesación de pagos
Luego del anuncio de Vicentín, los representares gremiales de Alimentación manifestaron su preocupación por las repercusiones que pueda tener en Arcor.
Sin embargo, la alimenticia, en la zona también le debería a la firma Cereales San Justo de Arroyito y Zanoy de Transito.
Se trata del Grupo Vicentín de la provincia de Santa Fe que se presentaría en cesación de pagos y que está señalado por maniobras fraudulentas durante la gestión de Mauricio Macri.
El anuncio que se informó el 4 de diciembre y finalmente el fin de semana se conoció una lista de los acreedores que pugnan por quedarse con el Holding.
Acción que impacta en el empleo
Por la decisión de la empresa quedaron afectados los diferentes productores y empresas regionales.
Es que Vicentín es el mayor agroexportador de cereales y oleaginosas de capitales argentinos.
La cesación de pagos en Vicentín impacta en Arcor.
En San Francisco se conoció que la deuda en la localidad asciende a $75 millones y en la zona $200 millones.
Cabe destacar, que la firma posee 2.200 empleados y alta gravitación en toda la agroindustria argentina.
Impacto en Arcor
El Grupo debe en total la suma de US$1.350 millones y serían 2638 los acreedores.
Los que esperan tienen pocas certezas sobre el futuro, ya que el proceso judicial llevaría tiempo, agravado además por la pandemia del coronavirus.
Arcor, y sus trabajadores también quedaron implicados en la decisión.
Mientras tanto el STIA aguarda y brega porque no impacte en los puestos de empleo.
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