Lo leerán en el escenario el miércoles durante el acto frente al Congreso. Además de sindicalistas subirán a artistas, científicos y deportistas.
Por Mariano Martín
La CGT hará propia la consigna "La Patria no se Vende" para el paro y la marcha de este miércoles al Congreso nacional y dará a conocer un documento que se enfocará, además de las críticas al Gobierno, en una defensa cerrada de la labor de los legisladores en los que cifra su expectativa para el fracaso del paquete económico libertario. La estrategia sindical omite cualquier acercamiento al oficialismo y pasa por alto el protocolo antipiquetes de Patricia Bullrich aunque, para cumplir con las formalidades, la jefatura de la central obrera se reunirá hoy con los responsables del Ministerio de Seguridad porteño para negociar el emplazamiento de un escenario frente a la fachada del Parlamento para el acto central de la jornada.
Las horas previas a la mayor protesta contra Javier Milei encuentran a la CGT confiada en varios aspectos: con resultados hasta ahora favorables en las presentaciones que hizo ante la Justicia laboral para frenar el DNU y un encolumnamiento decidido del PJ detrás de su plan de acción, los dirigentes creen en una tendencia favorable de los bloques legislativos para rechazar el decretazo y, eventualmente, licuar la ley "Ómnibus" con una discusión fraccionada. Puertas adentro ayer celebraban haber sido puestos por La Libertad Avanza y sus aliados en un rol confrontativo, distante del que suelen adjudicarle sus detractores.
El fin de semana la conducción de la central sindical avanzó en la redacción de un documento que se leerá el miércoles al mediodía durante el acto principal frente al Congreso. El eje apuntará a defender a diputados y senadores que eventualmente votarán en contra del DNU y la megaley frente a los calificativos del Presidente como "coimeros" o "idiotas útiles". Mencionará la necesidad de la división de poderes en contraste con la apelación de Milei de un decreto de necesidad y urgencia y el pedido al Congreso de delegación de facultades excepcionales.
Para la organización el acto será multitudinario. En reserva la "mesa chica" descree del número de un millón de participantes difundido a los medios de comunicación por algunos líderes sindicales pero estiman que con una quinta parte bastará para que la masividad de la convocatoria sea insoslayable para el Gobierno. Ese mismo desborde de concurrentes convertirá, creen, en letra muerta por inaplicable al protocolo de Bullrich.
Hoy habrá un encuentro entre Héctor Daer y los responsables de Seguridad de CABA, Waldo Wolff y Diego Kravetz. El sindicalista llevará la propuesta de montar un escenario sobre la avenida Entre Ríos, casi en la esquina con Hipólito Yrigoyen, con proyección hacia la plaza del Congreso. Allí esperan subir al triunvirato de conducción y al Consejo Directivo de CGT junto a los máximos referentes de otros espacios sindicales y sociales como las dos CTA y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP). Como novedad se prevé invitar también a algunos de los expositores en el Congreso contra la ley Ómnibus, como personalidades de la cultura, la ciencia y el deporte. Para los políticos se prevé un corralito VIP pero menos visible.
En las semanas posteriores al anuncio del paro por 12 horas de este miércoles la CGT se prodigó en contactos políticos para solidificar el bloque opositor al paquete legislativo del Ejecutivo. Se reunió con el bloque Hacemos Coalición Federal, de Miguel Pichetto, con el del Frente de Izquierda (FIT), con Innovación Federal (son nueve legisladores de cuatro provincias) y con los radicales alineados detrás del liderazgo de Facundo Manes. En todos los casos recogió desde una negativa firme a cualquier iniciativa del Gobierno hasta la chance concreta de "desguazar" la ley Ómnibus y no aprobar el DNU.
En donde no obtuvo respuesta formal hasta ahora fue en la conducción del bloque de diputados de la UCR, a cargo de Rodrigo De Loredo. La cúpula de la CGT no descarta aún un contacto antes del paro a fin de sondear posibles disidencias con la estrategia oficial en una bancada que los libertarios hasta ahora consideraban alineada a su posición. Con LLA y con el PRO ni siquiera hubo intentos de acercamiento, dijeron en la "mesa chica".
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