Moyano advirtió que no se quedará "de brazos cruzados", Barrionuevo insiste en la protesta y las centrales exigen que se actualice el Salario Mínimo.
Por: Alejandro Di Biasi.
"Lo más difícil no es disponer un paro, sino el día después del paro". La frase forma parte del decálogo de la dirigencia gremial y cabe como anillo al dedo después del cese de tareas de 12 horas y movilización del 24 de enero que encabezó la Confederación General del Trabajo (CGT). El consejo directivo cegetista siguió de cerca la sesión en la Cámara de Diputados, que aprobó en general la Ley ómnibus, por lo que mantendrá la semana próxima una reunión, para decidir la continuidad del plan de lucha.
Después del triunfo judicial que volteó la reforma laboral impuesta en el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) de Javier Milei y la citada jornada nacional de protesta, los dirigentes se abocaron a encuentros los distintos sectores y Confederaciones, para fortalecer la unidad y generar más músculo de cara a lo que se viene.
Los violentos hechos alrededor del Congreso, fueron duramente condenados a través de un documento de la central, donde apuntaron que se trata de un "modelo de ajuste, represión y violencia", al tiempo que ratificaron el estado de alerta y movilización que anunciaron con el lanzamiento del plan de lucha.
La CGT prevé más medidas contra la Ley ómnibus: paro, marcha o ambas
Uno de los cotitulares de la CGT, Pablo Moyano, adelantó que en el próximo cónclave del consejo directivo "vamos a analizar cómo seguir" y avisó que "no se descarta nada; puede ser otra huelga, una movilización a Plaza de Mayo o las dos cosas juntas". Subrayó que "lo que está claro es que no nos vamos a quedar de brazos cruzados" y reiteró que la central "está más unida que nunca".
Señaló que "ya se está viendo un clima de conflictividad en algunas actividades, porque no se otorgan aumentos o por despidos". Sin embargo, vaticinó un aumento de la conflictividad social entre "marzo y abril", por los aumentos de las cuotas de los colegios, las prepagas y los alimentos, entre otros rubros.
El secretario Adjunto del sindicato de Camioneros indicó: "No le voy a poner fecha a una nueva medida de fuerza, pero si avanzan en contra del pueblo argentino, sobre los derechos laborales, las fuentes de trabajo y bajan los salarios, no me voy a quedar de brazos cruzados".
La CGT no descarta llevar adelante otro paro con movilización tras aprobarse la Ley ómnibus en Diputados.
Críticas de Moyano a Milei y los gobernadores peronistas
Moyano repartió críticas tanto al Gobierno como al peronismo. Señaló que "lo de Milei es preocupante: Un día dice que va a todo o nada, otro día putea al presidente de Colombia, al otro día sale a bailar con la mujer, no tiene poder político para llevar a cabo las medidas que anunció. Somos el hazmerreír del mundo". Agregó que "amenaza a los gobernadores. Se hace el guapo, dice que no se modifica nada y terminó negociando y cambiando la mitad de la Ley Omnibus".
Explicó que "hay millones de argentinos que no estamos de acuerdo con su modelo económico. Hay suspensiones, despidos, una inflación descontrolada, las tarifas van a seguir aumentando. Todas las medidas son en contra de los trabajadores. Repito: si el Gobierno no toma nota de esto, se va a profundizar la conflictividad social".
En tanto, cargó sus cuestionamientos al PJ. "¿Cómo un peronista puede estar de acuerdo con las privatizaciones? Cada gobernador está cuidando su quinta y espero que rechacen todo, que no se hagan los boludos. Como con la reforma laboral, que la paró con la CGT en la Justicia. Si no, hoy tendríamos muchísimos menos derechos. Por eso yo me pregunto, dónde están los principales dirigentes, es momento de salir a la calle. ¿Qué estamos esperando, que desaparezca todo?".
CGT y el Gobierno: relaciones rotas y Barrionuevo en "modo huelga"
Después del paro, algunos dirigentes esperaban algún tipo de acercamiento de parte de la Casa Rosada, pero nada. Si bien el ministro del Interior, Guillermo Francos, mantiene contactos con referentes de los Gordos (Héctor Daer, Armando Cavalieri…) y los independientes (Andrés Rodríguez, Gerardo Martínez…), por ahora no se pudo armar ningún encuentro formal.
La llegada de Daniel Scioli al gobierno también generó esperanzas en cierto sector del sindicalismo. Pero el nuevo secretario de Turismo, Ambiente y Deporte se cuidará de dar un paso en falso para no quedar expuesto a las miradas de El Jefe, Karina Milei, quien por ahora descarta cualquier tipo de contacto con el gremialismo.
De hecho, fue la secretaria de la Presidencia quien dinamitó las tratativas de Francos con los sindicalistas cuando se estaba cocinando el plan de lucha y todavía se podía charlar sobre una actualización de los convenios colectivos de trabajo.
Tras varios idas y vueltas, Luis Barrionuevo se decidió e insiste con protestar contra el gobierno de Javier Milei.
Para quién no hay posibilidades de recomponer la relación es para Luis Barrionuevo, quien insiste en la necesidad de profundizar las medidas de fuerza contra un gobierno al que considera "con el boleto picado". Una fuente cercana al gastronómico explicó a iProfesional que "Milei tiene que dar un giro de 180 grados; primero despegarse de Caputo, Bullrich, Macri y Sturzenegger; después atender al mercado interno, la industria nacional y dialogar con el movimiento obrero… como eso no lo va a ser, para nosotros ya fue…".
Los gremios exigen que se convoque al Consejo del Salario Mínimo
Más allá del plan de lucha, tanto la CGT como la CTA Autónoma y la CTA de los Trabajadores, insistirán en la convocatoria urgente al Consejo del Salario Mínimo, Vital y Móvil. Un referente cegetista sostuvo que "el propio secretario de Trabajo, Omar Yasín, anunció que la reunión se iba a hacer entre el 20 y el 30 de enero… o se le quemó el almanaque o es una nueva presión contra los trabajadores y trabajadoras que no están registradas y necesitan una respuesta".
El sueldo mínimo está congelado desde el 1 de diciembre en 156.000 pesos, que quedaron devaluados con la fuerte escalada inflacionaria del último bimestre, por encima del 50 por ciento. Yasín, inclusive, había prometido una "fuerte actualización" que no se dio y licúa no solo el poder adquisitivo de entre un 40 al 50 por ciento de la masa laboral, sino que también impacta en planes como el Potenciar Trabajo y el seguro de desempleo.
La última reunión del Consejo del Salario fue en octubre pasado, con la gestión de Raquel "Kelly" Olmos al frente del entonces ministerio de Trabajo. Las partes (la cartera laboral, las centrales obreras y las cámaras empresarias) habían acordado volver a encontrarse a mediados de diciembre, pero el triunfo en las urnas de Milei cambió el panorama. Es probable que la CGT salga con una campaña exigiendo una actualización del básico y denunciando al Gobierno por "insistir en que el ajuste lo paguen los que menos tienen en lugar de la casta, como prometieron en la campaña electoral".
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