Frente a la delegación del Senasa, realizaron una radio abierta en reclamo por despidos. Luciano González, referente de ATE y trabajador de Agricultura Familiar, dijo que “no se entienden otros motivos más que una cuestión de ajuste”. Destacó que el despedido Javier Avalis “hace cinco años que viene trabajando, lamentablemente bajo la figura de monotributista, y creo que se han tomado de esa precariedad laboral para no renovarle el contrato”.

En ese sentido, González remarcó que lograr que se renueve el contrato de Javier sería el primer paso adelante contra la política de despidos que se impone actualmente a nivel nacional. 

Desde Buenos Aires respondieron que la baja fue una decisión de la delegada provincial, aunque en la delegación provincial se fundamenta lo contrario. “No queremos entrar en esas maniobras, concretamente le pedimos a la delegada local, María Laura Trapaglia que si ella no tiene responsabilidad sobre este despido pida formalmente la renovación del contrato del trabajador”, aseveró. 

En todo el país suman 1.300 los trabajadores de Agricultura Familiar. En La Pampa -una de las delegaciones más chicas- el total es de 27 trabajadores. 

En los últimos tres meses también se dio la renuncia en el área de un trabajador monotributista con cuatro años de antigüedad “agotado de la situación”, agregó González. “Si se tienen en cuenta las jubilaciones, son cinco compañeros menos en tres meses que no son reemplazados, es decir que hay un vaciamiento respecto a las funciones que desarrollan esos técnicos”.

Los lineamientos que anteriormente tenía Agricultura Familiar sobre manejo de créditos ya no los está manejando. Según contó González se señaló la situación desde los últimos dos años del Gobierno anterior, en ese momento se pidió una línea presupuestaria para garantizar el funcionamiento del área. “Pero se fue el gobierno anterior sin habilitarlo y obviamente el gobierno de Macri toma estas condiciones para profundizar la situación de crisis del organismo”, cerró.