Entrevista a Federico Recagno, dirigente gremial alineado en la UCR con Manes. El titular de la Asociación Personal de Organismos de Control analiza la relación con el ejecutivo nacional y el bonaerense.
Por Marcial Amiel.
Federico Recagno, secretario general de la Asociación de Personal de Organismos de Control (APOC), expuso ante la comisión de Legislación del Trabajo de la Cámara de Diputados de la Nación, invitado por el diputado bonaerense Facundo Manes, con quien tiene vínculo tanto personal como político. Fue en ocasión del debate de los proyectos modificatorios tanto de la ley de asociaciones sindicales, Nro. 14.350, y de convenios colectivos de trabajo (CCT), Nro. 23.551.
"Los sindicatos no estamos en contra de la transparencia electoral interna, pero que esta calidad democrática llegue a todas las entidades que reciben fondos voluntarios y tengan cargos electivos como clubes, cámaras empresariales, partidos políticos, mutuales cooperativas, colegios y consejos", sostuvo entonces, en un fragmento de su intervención que se volvió viral.
"Poner la mirada exclusivamente en los gremios es arbitrario, sesgado y prejuicioso", concluyó y expuso, de esa manera, un manto ideológico del debate, probablemente vinculado a cierto clima de época, propio de los disucursos antisindicales de los dirigentes de La Libertad Avanza.
APOC representa a los trabajadores de los tribunales de cuentas de las provincias, la Auditoría General de la Nación, la Sindicatura General de la Nación y distintos entes reguladores. Recagno es además secretario adjunto de la Organización de Trabajadores Radicales, de la que fue anteriormente secretario general.
Un día después de su exposición en el Congreso, ya más tranquilo, este militante radical, que se presenta orgullosamente como conveniconal del partido, de 65 años, hincha de Racing, dialogó con Buenos Aires/12 sobre el rol de los organismos de control, las distintas miradas del estado dominantes en los gobiernos nacional y provincial y la necesidad de los sindicatos de involucrarse en el desarrollo de un proyecto estratégico de país.
--¿Hay un sesgo antisindical por parte del Gobierno nacional?
--Históricamente, el ministerio de Trabajo, que ahora es secretaría, está en cabeza de algún integrante del movimiento obrero o de alguien cercano, con conocimiento y comprensión de ese mundo. Esto fue así aún con Mauricio Macri. En Provincia, de hecho, ese rol hoy lo ocupa Walter Correa, del sindicato de Curtidores, pero el funcionario nacional hoy es Julio Cordero, que expresa otros intereses. Es una persona de buen trato, con capacidad de diálogo, pero mi observación no tiene que ver con sus características personales, sino con lo que representa.
--¿La respuesta es sí?
--Cuando me hablan de implementar "ficha limpia", de limitar reelecciones y de otras iniciativas similares en los sindicatos, la pregunta es por qué no en clubes, en colegios profesionales y demás instituciones. Así presentado, es un ataque particular a los trabajadores y sus organizaciones.
--¿Es parte de un clima de época?
--Si uno observa encuestas, parece que la opinión pública es muy crítica de los sindicalistas o de algunos sindicalistas, pero no de la actividad sindical. El afiliado valora la actividad sindical, la defensa de sus intereses. No hay que confundir esas dos cosas, porque se termina perjudicando a los trabajadores. Si no existieran los sindicatos, los inventaríamos al día siguiente.
--¿Hay diferencias notorias entre Nación y Provincia en este punto?
--Claro, pero además funcionarios de Provincia, en general, tienen un recorrido previo, un conocimiento del manejo del Estado y de la cosa pública. Eso permite un territorio común, un lenguaje común. En Nación, el partido de gobierno tiene pocos funcionarios propios y con poco recorrido, entonces hay que ir rastreando en busca de interlocutores. Mi sensación es que a nivel nacional se produjo un quiebre tan profundo que hay que aprender a hablar, hay que empezar de nuevo, desarrollar un lenguaje pedagógico, explicar cada cosa, porque piensan que el Estado es el enemigo. En la Provincia eso no ocurre.
--Querían auditar los comedores i las universidades, Esta administración tiene una obsesión, al menos discursiva, por auditar todo. ¿Conocen el funcionamiento de los mecanismos de control?
--En primer lugar, la voluntad de auditar siempre es bienvenida, yo la celebro...
--¿Auque sea selectiva?
--...(ríe). El tema es que esa voluntad vaya acompañada de un conocimiento de los mecanismos de control del estado, de su estructura y su funcionamiento, que a veces puede fallar. Te doy un ejemplo. La Constitución Nacional de 1994 crea la figura del Defensor del Pueblo, pero establece que para nombrarlo se requiere mayoría especial, o sea un acuerdo político. Se ve que en ese momento había buen nivel de acuerdo y se creyó que iba a durar para siempre. Conclusión, hace quince años que no tenemos defensor porque no logramos nombrarlo.
--¿Los sindicatos de profesionales del sector público tienen una mirada estratégica del país además de militar sus reclamos sectoriales?
--Claro. Nosotros, judiciales, el personal de AFIP que conduce Pablo Flores, nos reunimos periodicamente, somos relevantes para toda la actividad del sector público. Desarrollamos informes técnicos, observamos tendencias, señalamos aciertos y errores. Creemos en el Estado como herramienta para mejorar la calidad de vida, creemos que no puede haber sindicatos fuertes sin estado fuerte.
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