El gobierno bonaerense y los gremios estatales volverán a verse las caras el martes que viene. Si bien la convocatoria oficial que recibieron ayer las organizaciones sindicales no detalla el motivo del llamado, todo indica que en ese encuentro “informal” comenzará la discusión del aumento salarial que la Provincia dispondría para el mes que recién arranca.

El llamado a una reunión en la sede del ministerio de Economía incluso sorprendió a los representantes sindicales que por estas horas preparaban notas para reclamar la reanudación de la paritaria.

El último acuerdo se produjo el mes pasado, cuando la Provincia otorgó tanto a empleados estatales y docentes un aumento del 9,5 por ciento. Ese mismo porcentaje se trasladó luego a los judiciales.

La negociación llegó precedida del encuentro que representantes de distintas organizaciones sindicales habían mantenido con el ministro de Economía, Pablo López. El funcionario describió en esa oportunidad la difícil situación financiera por la que atraviesa la Provincia y sugirió que difícilmente la administración de Axel Kicillof iba a poder sostener un ritmo de aumentos de sueldos en sintonía con la inflación.

Por eso, la oferta del 9,5 por ciento no sorprendió a los gremios. Tampoco, que se ubicara por debajo del 11 por ciento que marcó el índice del costo de vida de marzo que informó el INDEC.

López, ayer, acaso haya vuelto a transitar por ese camino de advertencias. Publicó en su cuenta de X un informe sobre la caída de la recaudación bonaerense. “Los recursos tributarios de la Provincia reflejan la enorme caída de la actividad económica. En abril, la recaudación provincial cayó 4,5% y la coparticipación se desplomó 20,6%, en términos reales”, sostuvo.

Y añadió: “El problema no es fiscal, sino una economía que se contrae a ritmo inédito”.

López, que había realizado hace aproximadamente un mes una dura descripción sobre la situación financiera de la Provincia ante los representantes sindicales, ayer profundizó sobre el tema. “El Gobierno nacional impulsa deliberadamente una recesión. Con argumentos fiscalistas, paradójicamente destruye la recaudación. Dicen que asfixian a las provincias, pero en realidad están atentando contra los derechos a la salud, educación y seguridad de las y los argentinos”.

Los gremios, por el momento, se muestran expectantes. Lejos, además, de motorizar protestas. Rescatan, pese al complejo escenario, que los aumentos que otorgó la Provincia en lo que va del año seguían, apenas, por encima de la inflación.

“Frente a un índice de precios del 51,6 por ciento en los primeros tres meses del año, en lo que va de 2024 el gobierno bonaerense dispuso una mejora del 51,7 por ciento respecto del cierre de la paritaria 2023 producto del acumulado en enero, febrero, marzo y abril”, dicen.

En poco menos de dos semanas el INDEC dará a conocer la inflación del mes pasado. El Gobierno nacional se prepara para celebrar una nueva baja que la ubicaría en torno del 9 por ciento, de acuerdo a diversas consultoras. Ese número seguramente pesará en la eventual oferta oficial.

Si bien la convocatoria que trascendió es para los gremios estatales, se estima que igual temperamento seguirá la administración de Axel Kicillof con los sindicatos que integran el Frente de Unidad Docente, judiciales y médicos.

La primera aproximación del martes deja luego una semana para terminar de redondear una oferta. Los gremios pretenden que cualquier mejora que se pacte sea percibida por los trabajadores con los salarios de mayo que se cobran en los primeros días de junio. Y para que se llegue a liquidar, tiene que estar definida a mediados de mes.