Daniel Yofra lidera la Federación de Trabajadores Aceiteros desde 2013, es de izquierda y critica a la CGT, aunque está cerca de Pablo Moyano. Viene logrando aumentos récord y reniega de la participación de los gremialistas en los partidos políticos.
Por: Ricardo Carpena.
¿Quién es Daniel Yofra, el titular de la Federación de Trabajadores Aceiteros, que desde hace 4 días mantiene un paro en reclamo de aumentos salariales que frenó la actividad portuaria y ocasionó pérdidas superiores al millón de dólares diarios, más de 10.000 camiones varados en los principales puertos de exportación y 20 barcos que se encuentran a la espera de carga en las terminales?
De 56 años, este sindicalista que lidera desde 2013 la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines de la República Argentina (FTCIODyARA) viene logrando aumentos récord en las paritarias, que no se convierten en ningún caso testigo para el resto de los gremios por un motivo contundente: son demasiado altos para el promedio.
En abril firmó su último acuerdo salarial, que significó una mejora del 25% y llevó el sueldo básico inicial a $1.240.202. Sumado al 41% logrado en enero, en el primer cuatrimestre de 2024 alcanzó un aumento del 76,25%. Pero todo se empantanó en julio, cuando el gremio de Yofra se sentó con los empresarios para negociar una revisión de aquel incremento y las tratativas se trabaron: el sector empleador ofreció un 17% en dos cuotas, que hubiera representado un aumento del 93,25% de enero a septiembre, mientras que el sindicato lo rechazó e insistió en exigir un 27% de incremento.
Daniel Yofra, durante una protesta en 2016
Lo que complica todo este escenario es la restitución del Impuesto a las Ganancias: según los empresarios del sector, el 60% de los trabajadores cobra sueldos de más de 2,8 millones de pesos, lo que implica fuertes descuentos salariales que los aceiteros ahora buscan compensar.
Yofra no es peronista y está identificado con la izquierda, aunque reniega de la militancia en un partido político: “No comparto que los dirigentes sindicales, estando en función y siendo tan necesarios para el movimiento obrero, participen de los partidos políticos -dijo al sitio Raya al Medio en 2022-. (...) Generalmente cuando uno es afín a un partido político le cuesta hacer una medida de fuerza porque está sometido a las decisiones que plantea el gobierno (...) Para mí sería mucho más fácil meterme en un partido político y no pelearme como peleo por la clase trabajadora porque entonces me subordinaría a las decisiones de un partido y no a lo que me exigen los trabajadores”.
Dentro del mapa sindical, el líder de los aceiteros apoyó durante el gobierno de Cristina Kirchner a la CGT conducida por Hugo Moyano y luego integró el Frente Sindical para el Modelo Nacional (FRESIMONA), que encabeza Pablo Moyano. Aun así, es muy crítico de la CGT: declaró que “no está a la altura de las circunstancias” y que “no entiende o no sabe lo que le pasa a los trabajadores”.
Sus datos biográficos, proporcionados por el sindicato, indican que Yofra nació en Fighiera, ciudad ubicada al sur de Rosario, y que proviene de una familia en la que su padre y su tío fueron dirigentes sindicales en Villa Constitución. Comenzó en la actividad gremial en 1993, cuando fue elegido delegado en la empresa Dreyfus, una de las mayores productoras de aceite del mundo, y en 2004 participó de la primera negociación salarial por empresa como paritario y parte del Sindicato de Aceiteros de Rosario. Llevó a la negociación el concepto de Salario Mínimo Vital y Móvil, que está presente en el 14 bis de la Constitución Nacional y en la Ley de Contrato de Trabajo.
El puerto de Rosario quedó paralizado por la medida de fuerza de los aceiteros (Foto Reuters)
Acerca del momento en que el sindicato comenzó a tener sueldos altos, Yofra señaló al diario Clarín: “Fue en 2004. Eduardo Duhalde había abierto las paritarias en 2002 y en 2004 conseguimos un aumento en la fábrica por primera vez después de muchos años. En 2009 entramos a la Federación y empezamos a discutir ese salario a nivel nacional con las empresas más grandes como Dreyfus, Cargill, Bunge, Molinos. Y en 2010 lanzamos el salario mínimo, vital y móvil para todo el país”.
Cuando gobernó Cristina Kirchner, los aceiteros desafiaron la pauta salarial impuesta por Axel Kicillof, ministro de Economía: luego de una huelga de casi un mes, lograron un aumento del 36% que superó el tope oficial del 27% y desbarató la política antiinflacionaria de la administración kirchnerista.
Yofra es uno de los máximos opositores sindicales al gobierno libertario: “La unidad debe ser con conciencia de clase -dijo al diario Tiempo Argentino-. Tenemos que entender por qué ganó Milei. No podemos seguir teniendo un presidente de estas características. O cambia el rumbo o debe dejarle el lugar a otro”.
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