Algunas imágenes, algunos encuentros y varios zooms dan las primeras pistas, donde la idea de un nuevo trípode como sostén unificador, sigue siendo la posibilidad más concreta. Más aún, si se tiene en cuenta que también son tres "patas", las que integran la coalición gobernante de un oficialismo que necesita tener al sindicalismo como aliado en la instrumentación de un "pacto social" en concordancia programática con las elecciones de medio término 2021.
Por Edgardo R. Chini.
La continuidad de Héctor Daer sería una fija, si se piensa el rol cumplido por los trabajadores de la salud durante la pandemia, más su explicito vínculo Alberto Fernández y la representación de varios de los gremios de mayor caudal de afiliados, a lo que se suma el accionar de su hermano Rodolfo, al frente de la "Secretaría de la Industria", revalorizada en la conmemoración de su día y el beneficio de haber sido consideradas tareas esenciales más allá de los tiempos del coronavirus, mandatos de Kulfas y Moroni mediante.
Un espacio de mayor negociación se abre en el sostenimiento de Carlos Acuña y de la fuerte presencia del ‘barrionuevismo’ en el Consejo Directivo, que dialoga con los gremios del SEMUN donde el máximo referente Sergio Sasia, líder ferroviario, es mencionado como protagonista central de esta unidad, en la suma de las 62 organizaciones que comanda Ramón Ayala (principal dirigente del campo), espacio al que se incorporaría también el sector del MASA, que aún sigue encabezando el renunciado Omar Viviani.
Hay quienes ven en este armado, casi una azarosa coincidencia de nombres propios, que estaría alentando Sergio Masa, quien desde la cámara baja deberá lidiar con mucho de lo que vendrá sobre tablas en diferentes aspectos de la legislación laboral vigente.
La conformación del nuevo triunvirato se completaría con el retorno a la conducción de los gremios de mejor diálogo con Cristina Fernández, englobados en la Corriente Federal, que cuenta con varios diputados nacionales en sus filas. Y aunque el sector gusta exhibir un andar de responsabilidades colectivas, el bancario Sergio Palazzo, se exhibe con mayores chances de encabezar el sector, a partir de representar una actividad central en los espacios de poder, más allá de su pertenencia al partido radical, que a la vez podría exhibirse como una apertura a los nuevos tiempos en la matriz del sindicalismo peronista.
Nadie duda que el gremio de los moyanos debe ser parte del armado. Es "grafica" su línea directa a despachos ministeriales. Controversiales fotos y mensajes presidenciales, son prueba de ello. También es cierto que la actividad se encuentra en rigurosa competencia con los traslados a través de vías férreas y de renovados cauces marítimos portuarios. Además de los varios "accidentes viales" con los primos colectiveros de corta, mediana y larga distancia y los reiterados y variados conflictos de encuadramiento, que dificultan algunas alianzas. Aunque como contraparte exhibe poder de fuego propio, incluyendo el vínculo con otros movimientos y otras centrales a las que se le dificulta el acceso a la sede de la calle Azopardo.
Así, como en una partida de "tute", a punto de ponerse "cabrero"; las distintas fracciones que conviven dentro del sindicalismo abren su juego en una mesa de negociaciones donde ninguno termina de exhibir sus barajas. Por lo que aún no se deja saber quien va a más y quien va a menos en cada nueva mano del rearmado de la conducción de la ´central madre’.
Pero en el reparto de las cartas, "las 40" deberían cantarse en la comprensión que el mayor mandato de la hora es hacer valer aquello que “las divisiones son entre dirigentes y nunca de los trabajadores”.
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