Un grupo de profesionales de la salud pertenecientes al Hospital Municipal del Niño de La Matanza se autoconvocó para reclamar una recomposición salarial, ya que aseguran cobrar 9.600 pesos de básico que, con adicionales, alcanza los 43 mil pesos, una cifra que está por debajo de lo que marca la línea de pobreza.
La queja abarca también la falta de entrega de insumos de protección sanitario que es la que recomiendan los especialistas. Por todo, los próximos 10, 11 y 12 de marzo realizarán tres jornadas de retención de tareas, en las que sólo atenderán emergencias de guardia con riesgo de vida. La medida alcanza al hospital José Equiza, de González Catán, al Teresa Germani, de Gregorio de Laferrere, y a las unidades sanitarias del distrito.
“Ganamos 50% menos que un hospital dependiente de provincia, y comparado con un profesional de CABA percibimos un 70% menos”, aseguró Katherine Inostroza, médica pediatra y vocera de la queja, en conversación con Primer Plano Online.
El planteo hecho a funcionarios municipales implica “una recomposición real de los salarios, sin tantos adicionales y con más cifras que formen parte del básico”.
“Desde el comienzo de la pandemia somos los más expuestos a los contagios porque atendemos a pacientes, niños y niñas, que en caso de padecer la infección la transitan de manera asintomática”, señaló la profesional.
El año pasado, el aumento total que recibieron fue del 17 por ciento. Y de esos 43 mil pesos que perciben de bolsillo, cada mes deben abonar 7.500 de caja médica, además de los 14 mil pesos que pagan anualmente al Colegio Médico. Son 200 trabajadores del hospital de Niños vinculados al área sanitaria en esta situación (entre bioquímicos, técnicos, enfermeros y demás), que además, no cuentan con representación sindical.
Por estas horas, asimismo, crece la angustia por la situación que atraviesa una compañera de tareas, que es instrumentadora, que se encuentra internada en la clínica Agüero, de Morón, afectada por el Covid-19. Si bien la mayoría del personal sanitario ya está vacunado, a esta joven le suspendieron el turno dos horas antes de ser inoculada y a los pocos días se contagió. Ahora pelea por salir adelante.
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