El secretario general del Sindicato Único de la Industria del Calzado (UTICRA), Agustín Amicone, anticipó en diálogo con ámbito.com cuáles serán los principales planteos que presentarán este martes a las 12 del mediodía al Gobierno en la mesa de diálogo con los gremios de la producción.
Tras recordar que en su sector hay 4.500 despedidos y 2.000 suspendidos de un total de 30.000 trabajadores, Amicone aseguró que la primera medida es reimpulsar el consumo para aumentar las ventas. "Estamos en emergencia, para resolver el problema hay que poner plata en los bolsillos", remarcó, aunque no dejó de expresar su preocupación por los productos importados.
Periodista: ¿Cuál es el principal problema que llevarán a la mesa de diálogo con el Gobierno?
Agustín Amicone: Hay muchas cosas para hacer, que tienen que ver con el mediano tiempo. Al corto tiempo lo primero que hay que reestablecer el poder de compra del mercado interno. No solamente un tema de importaciones, que han crecido mucho -un 22% frente al 2015-, y en la mediación interanual de enero y febrero pasado sube casi 50%. Con un mercado deprimido, con una baja del consumo, no podemos vender un producto como el nuestro, necesitamos empresas de pie. El combo explosivo es la caída del mercado interno y las importaciones. Otro golpe es contra el ensamble, que es un sistema que no nos gusta, pero es mejor que entre todo terminado. Es un sistema tipo Tierra del Fuego que da mucho trabajo a la gente. Hay empresas que tenían el 90% del proceso de producción en la Argentina y lo tuvieron que desarmar porque ahora siguen entrando más terminados y el ensamble corre peligro de desaparecer.
P. ¿Qué medida en concreto exigiría a los funcionarios?
A.A.: Una inyección de dinero en los bolsillos de la gente, unos $ 5.000 generalizados. Estamos en crisis y se ve en la calle. En la vida cotidiana aumentaron las ventas de segundas marcas, las tarifas de luz, agua y gas y hay una caída general de los alimentos. Hay que retrotraer la situación a diciembre del año pasado. Estamos en el inicio de la temporada de invierno y no sabemos claramente cuáles son las fábricas que van a arrancar.
P.: ¿Aceptarían los acuerdos por productividad, como los petroleros?
A.A.: La actividad petrolera es distinta, hay capitales de una gravitación notable. Incluso en el sector automotriz que se maneja con cinco o seis terminales importantes que no son argentinas se pueden hacer esos acuerdos. Nuestro problema es la falta de ventas, porque el mercado interno no nos compra. Fue un desacierto terminar con el programa Ahora 12, independiente de los intereses que se cobraban. En el calzado el 90% son pymes.
P.: ¿Le pedirán reponer las restricciones a los productos extranjeros?
A.A.: En 1997 se lograron imponer las primeras salvaguardas de protección con China nos fundió Brasil. Hay que replantear las relaciones con Brasil, ellos tienen una industria mucho más importante, está en los primeros cinco puestos de producción de calzado del mundo. Brasil, que tiene dificultad, lo primero que hace es tomarte el mercado. Eso no es un proceso de complementación. En la emergencia, que es ahora, lo primero que hay que hacer es recuperar el poder de compra y subsidiar a las empresas y al consumo, no queda solución.
P.: ¿Es viable reconvertir a los trabajadores del calzado en otra rama de servicios?
A.A.: ¿Hay laburo para esos? La economía no funciona sin mercado interno, más que Argentina tiene un mercado chiquito. No todo es el campo. Desde 1973 que no tenemos plan industrial. No todo el mundo puede ser monotributista, cuántos piden un electricista o un plomero. Si no hay plata en las casas los arreglos los dejas para otro momento. Como dice (Luis) Barrionuevo, estos muchachos tiene mucho Excel, pero poca calle.
P.: ¿Qué debe hacer entonces el Gobierno?
A.A.: La primera pregunta que se tiene que hacer el Gobierno es por qué invierte tanto en planes sociales si supuestamente está creciendo la economía. Bajaron la inflación quitándole el poder adquisitivo a la población y eso no va. Si se ven, si se van a notar, las cosas se van a ver a mitad de año. Estamos en emergencia, para resolver el problema hay que poner plata en los bolsillos, que haya consumo, cuando está reestablecido buena parte del consumo de la población y las actividades están trabajando, ahí podes empezar a trabajar sectorial mente y profesionalizar y mejorar la competitividad, explorando nicho y buscando mercados para exportar.
P.: En este contexto, ¿cómo se prepara para negociar las paritarias que vienen?
A.A.: Los salarios han quedado vapuleados. Nosotros abrimos la discusión en junio. Por los salarios que percibe el sector, necesitamos 35% o 40% para recupera los puntos perdidos y tener un salario acorde. El salario promedio es de $ 15.000 y la canasta mínima está en $ 13.000 o 14.000. Los que más pierden son los de salarios. Nunca como antes en el país hubo la mayor anarquía salarial, hay grandes diferencias entre las actividades industriales.
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