Desde las últimas horas del miércoles, las calles se fueron vaciando, hasta que cerca de la medianoche la calma era total. Los servicios de transporte, que en el Conurbano bonaerense suelen ser espaciados y lentos, prácticamente desaparecieron. El paro nacional llamado por la CGT y casi todo el arco sindical se inició con la fuerza de un grito silencioso, y finalmente mostró un importante grado de adhesión.

La primera protesta nacional contra el gobierno de Mauricio Macri se selló hace un mes, luego del masivo acto del 7 de marzo, donde la presión de las bases hizo que el triunvirato conductor -con el aval del Consejo Directivo- le pusiera fecha a la medida de fuerza. Las declaraciones de los funcionarios y del propio Jefe de Estado, que de alguna manera ninguneó la protesta frente a empresarios en Puerto Madero, anticipa una mayor tensión, pese a algunas declaraciones conciliatorias de los dirigentes.

El impacto en la región del paro fue muy importante, como en todo el país. Los dos cortes realizados en la zona (Puente Pueyrredón y Puente de la Noria) se realizaron sin represión policial, al contrario de lo que sucedió en la Panamericana, donde Gendarmería decidió desalojar la traza generando duros enfrentamientos, que dejaron el saldo de seis detenidos y varios heridos. Lo que sí sucedió en Avellaneda fue que se vivieron momentos de tensión porque la Prefectura Nacional intentó evitar la llegada de las columnas de militantes, aunque sin éxito.

En definitiva, no hubo actividad en casi ningún rubro: la educación se paró por completo, lo mismo los transportes. No atendieron los bancos y no hubo recolección de residuos. Algunos bares abrieron sus puertas, ya que el gremio gastronómico no adhirió del todo.

“Paramos y reclamamos por el trabajo y la industria nacional”, destacó el secretario adjunto de la Unión de Trabajadores de la Industria del Calzado (UTICRA), Horacio Jerez. “Hay muchos compañeros que perdieron sus trabajos, porque en este período no se ha podido competir con firmas de afuera como Nike o Adidas. Hoy por hoy también hay otros sectores que también resultaron perjudicados porque traen todo de afuera", señaló.

En tanto, el secretario adjunto de la CTA de los Trabajadores de Lomas de Zamora, Javier Perín, resaltó, en diálogo con el programa radial Política del Sur, que “el paro fue total, las pequeñas y medianas industrias pararon, el transporte también”, y agregó: “Queremos que el Gobierno haga una lectura de lo que está haciendo”.

En la zona oeste, el Sindicato de Empleados y Obreros de Comercio y Afines de la Zona Oeste (SEOCA) informó que fue “contundente la adhesión al paro nacional en los centros comerciales, los hipermercados y supermercados de los seis distritos donde tiene injerencia el gremio”, que realizó una denuncia a la empresa Carrefour por no respetar el derecho a la huelga.

Desde el gremio que conduce Julio Rubén Ledesma realizaron una recorrida por los diferentes centros comerciales y cadenas de hipermercados, supermercados y mayoristas para conocer el impacto de la medida a la cual califican como “exitosa, porque hay un alto acatamiento en La Matanza, Morón, Ituzaingó, Merlo, Moreno, y Marcos Paz”.

Sin embargo, los empleados de Carrefour están sufriendo presiones por parte de la patronal con el envío de Gendarmería, la Policía y un escribano. “Realizamos una denuncia formal a Carrefour por todas las presiones que está implementando contra los trabajadores, porque no respeta el derecho a huelga, cosa que no hubo con las otras empresas de la zona”, declaró la secretaria gremial, Ana Lía Vaz.

Éste fue uno de los pocos incidentes que registró el paro. En otro episodio, hubo un intento de toma de una estación de servicio en Lomas de Zamora que por la mañana estaba abierta, pero que fue ocupada por supuestos dirigentes gremiales. Hubo una denuncia y una orden judicial para desalojar el lugar que no pasó a mayores.

En tanto, el paro afectó el trabajo en algunas municipalidades, ya que la Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FeSiMuBo) adhirió a la medida de fuerza, que -afirmaron- habría superado el 90 por ciento. “El acatamiento es por las políticas neoliberales de Mauricio Macri. En este poco tiempo, el Gobierno benefició a las grandes mineras y el campo. Después del paro esperemos que el Presidente recapacite”, sostuvo Rubén “Cholo” García, en diálogo con Política del Sur radio.

El dirigente sostuvo que “el modelo económico que plantea el Gobierno es de estancamiento”, y recordó que la adhesión de la FeSiMuBo es también para pedir por la aplicación de la Ley de Paritarias Municipales, en plena vigencia en la provincia de Buenos Aires.