Entendemos que se trata de un acto de justicia reparatoria para con quien fuera presidenta de los Argentinos desde el 1° de julio de 1974 hasta que fuera derrocada el 24 de marzo de 1976 por la última dictadura cívico-militar que azoló nuestra Patria. Tomamos como propia la descripción que indica que la presidenta derrocada, era la viuda, pero también compañera de fórmula del General Perón que fueran electos por amplia mayoría en elecciones democráticas y libres.

No podemos dejar pasar por alto que se trató de la primera mujer en el mundo en alcanzar esa alta distinción de presidir un país. Tampoco podemos disimular que al cumplir 91 años de edad, tiene sobres sus espalda la inequidad de la proscripción, disimulada como causa judicial, que la mantiene en el exilio.

También coincidimos con el compañero Julio Piumato cuando expresa que “Una Nación no puede ser digna de llamarse República, cuando sus hijos/as padecen el exilio por causas judiciales politizadas , fundadas en argumentos esgrimidos por la propia dictadura militar, atentando contra la Memoria, Verdad y Justicia que todos los 24 de marzo decimos reivindicar”.

Asimismo, manifestamos nuestra disponibilidad total para acompañar las directivas que emanadas por el Consejo Directivo de la CGTRA, surjan en el sentido de hacer sentir el peso de los trabajadores y trabajadoras, para dar por finalizada esta situación judicial antojadiza y capciosa y se cierre de una vez por todas un capitulo donde disposiciones de gobiernos de facto continúen impidiendo al movimiento obrero y al peronismo en general cerrar ese capítulo negro con la verdad histórica.