El retroceso de la paritaria docente

El retroceso de la paritaria docente

Un pasito adelante, dos atrás. El Gobierno parecía haber avanzado en la paritaria de los docentes universitarios al reconocer que el 15 por ciento de aumento no podía ser el techo de la oferta oficial, pero en la reunión de ayer las pocas expectativas se frustraron cuando la propuesta se concretó: dos pagos con sumas fijas en noviembre y diciembre.

 Todos los gremios de profesores rechazaron la oferta y confirmaron la convocatoria a marchar hoy en defensa de la universidad pública.

De la reunión de la mesa técnica salarial participaron el ministro de Educación, Alejandro Finocchiaro; la secretaria de Políticas Universitarias, Danya Tavela, y los representantes de los sindicatos Conadu Histórica, Fedun, Conadu, Fagdut (docentes de UTN) y, por los docentes de escuelas preuniversitarias, UDA y Ctera. “En el marco del diálogo que llevamos adelante durante todo el día, hemos explorado distintas alternativas sobre las que profundizaremos el trabajo, confiando en que arribaremos a un acuerdo”, fue el escueto comentario de Tavela.

Los dirigentes gremiales revelaron que la oferta que llevaron los funcionarios consistió en, por un lado, reiterar el 15 por ciento de aumento en tres cuotas (mayo, agosto y septiembre) y, por otro lado, la novedad del día, añadir dos sumas fijas remunerativas pero no bonificables. Para el cargo testigo, el docente auxiliar con dedicación semiexclusiva, serían 456 pesos en noviembre y 228 en diciembre. Eso implicaría un aumento anual del 21 por ciento para ese cargo testigo. Tras el veto de los gremios, la reunión paritaria pasó a cuarto intermedio hasta el viernes.

“No hubo avances –definió Luis Tiscornia, secretario general de la Conadu Histórica–. Se insiste con el 15 por ciento a cobrar en octubre y eso nos deja un 9 por ciento por debajo de la inflación. A eso se le agregan sumas fijas, remunerativas pero no bonificables. Son montos irrisorios y además son fijas, algo que para nosotros es muy grave. En 2005 hicimos una huelga de dos meses justamente para lograr el blanqueo de todo nuestro salario. Volver ahora a las sumas fijas sería un retroceso: destroza la escala salarial, perjudica a las obras sociales y al régimen jubilatorio. Necesitamos que traigan una propuesta que pueda ser discutida”, reclamó. 

Desde la Conadu, su titular, Carlos De Feo, remarcó: “La contundente lucha que venimos dando los docentes junto a los estudiantes, los no docentes y la comunidad universitaria logró romper el techo salarial que quería imponer el Gobierno, pero la propuesta que hizo es totalmente insuficiente”. 

En términos similares se pronunció la Fedun: “Hasta ahora la propuesta no es superadora y de ninguna manera equipara el salario a la inflación. Seguiremos en estado de alerta y movilización, y estamos seguros de que la marcha (hoy) será la más grandes desde el 2002”.

PáginaI12 accedió a un informe realizado por el CEPA, la Universidad Nacional de Lanús y la fundación Agenda Compartida sobre “La situación de las universidades nacionales: un análisis del presupuesto y los salarios al primer semestre 2018”.

Basado en datos oficiales, el trabajo recuerda que “el salario real de los docentes universitarios entre 2015 y 2017 tuvo una caída en promedio de 7,5 por ciento. Es decir, si los docentes cobraban 100 pesos, hoy cobran 92,50 pesos”. Tomando en cuenta la oferta firme del 15 por ciento de aumento para 2018, y estimando para este año una inflación acumulada del 32 por ciento (Relevamiento de Expectativas de Mercado del BCRA), “el salario real promedio habrá perdido un 4,9 por ciento respecto del promedio de 2017 y considerando diciembre de 2018 vs. diciembre de 2017 la pérdida será de 11,1 por ciento”. 

El informe también examina la pérdida de poder adquisitivo salarial para los docentes universitarios desde el inicios del gobierno de Cambiemos: “Se consolida una pérdida promedio del salario real del 12,1 por ciento (la pérdida comparando diciembre de 2018 vs. diciembre de 2015 alcanza el 16,6 por ciento). Cabe recordar que en 2016 los salarios cerraron con una pérdida de poder adquisitivo promedio del 8,8 por ciento y en el 2017 la recuperación apenas alcanzó a 1,3 por ciento”.

Pero el aspecto más alarmante del informe del CEPA, UNLa y AC es su estimación de qué pasaría con un aumento salarial del 20 por ciento o del 30 por ciento: el sueldo real promedio seguiría por debajo del percibido tres años atrás. Para llegar a esa conclusión, el trabajo cruza dos escenarios posibles de inflación para 2018, del 32 y del 35 por ciento, con tres posibles acuerdos paritarios, del 15 por ciento (la oferta vigente, sin las sumas fijas), del 20 por ciento (5 en mayo, 15 en agosto) y del 30 por ciento (5 en mayo, 15 en agosto y 10 en diciembre). La conclusión: en todos los escenarios “se consolida una pérdida ubicada entre el 9,6 y el 12,6 por ciento en el período 2015 y 2018”.

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