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FERNANDO CIBEIRA

Ocurren las dos cosas: un contexto de despidos y recortes salariales producto del modelo recesivo en marcha, pero también un Gobierno que modificó su estrategia y ahora recibe a la conducción de la CGT para discutir sus proyectos. Esta situación sirvió para reflotar las históricas diferencias entre los sectores dialoguistas y los más combativos de la central, cuyo consejo directivo se reunirá este jueves en la sede de la calle Azopardo.

Hay quienes quieren movilizar, hay quienes impulsan un paro general y otros que quieren seguir dialogando con el Ejecutivo, sintetizó el secretario de Camioneros, Pablo Moyano, las posiciones en la previa. Al tanto de este clima interno, el secretario de Trabajo, Julio Cordero, anunció un consejo tripartito en el que Gobierno, empresarios y sindicalistas analizarán la reglamentación de la reforma laboral. 

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"Hay debate. En el jueves hay reunión del consejo directivo y seguramente uno de los temas será cómo enfrentamos a un gobierno que solamente ataca los intereses de los trabajadores, de los jubilados y los que menos tienen. Hay que confrontar. ¿Qué me voy a sentar yo con Cordero, si es un simple "cordero" de Javier Milei?", se preguntó Moyano en diálogo con El Destape Radio. El camionero -junto a Sergio Palazzo, Abel Furlán y Paco Manrique, entre otros- lidera el sector más combativo, que plantea retomar el plan de lucha dejado de lado luego del segundo paro general a Milei. Tiene una lógica: la CGT le planteó a Cordero que esperara para implementar el impuesto a las Ganancias porque reclamaban subir el piso del mínimo no imponible, pero el Ejecutivo sacó el decreto implementándolo para este mes. "Siempre te van a cagar", concluyó Moyano.

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Esa reunión de días atrás de la cúpula de la CGT con Cordero tuvo este miércoles su continuidad cuando el secretario de Trabajo recibió a los representantes del G6, que nuclea seis poderosas entidades patronales: UIA, Sociedad Rural, Bolsa de Comercio, Adeba, Cámara de la Construcción y Cámara de Comercio. Más que la reglamentación de la reforma laboral incluida en la ley Bases, comentaron fuentes empresariales, se conversó sobre cómo seguir y cuáles eran los temas que eran necesario discutir. El Destape ya dio cuenta de los planes oficiales para continuar con un segundo capítulo de la reforma laboral, en línea con los artículos que quedaron afuera del decreto 70/2023 y de la Ley Bases original. En síntesis, mayor flexibilización y menos derechos para los trabajadores.

Sentados en la misma mesa que la CGT la semana pasada, los empresarios insistieron que les resultaba más simpática la "modernización" laboral original de la ley Bases. “Se fijará la agenda de forma tripartita. Una vez consensuada, esperamos debatir puntos de la reforma laboral que no fueron incluidos en la Ley Bases. Con más de 800 convenios laborales solo en industria, hay distintas problemáticas entre los sectores que atender”, explicó Daniel Funes de Rioja, titular de la UIA. Cordero anticipó que la semana que viene convocará a un encuentro tripartito para llegar a acuerdos. Se avanzó sobre una especie de protocolo antibloqueos, para evitar protestas de ese tipo. La CGT reclama que esa prohibición incluida en la ley Bases se restrinja al máximo en la reglamentación. 

Al inicio de la gestión libertaria, los sectores dialoguistas de la CGT estaban desconcertados porque no encontraban interlocutores en la Casa Rosada y cuando lo hacían, como con el caso del entones ministro y hoy jefe de Gabinete Guillermo Francos, luego eran desautorizados por el Presidente. En esas circunstancias no les quedó otra que sumarse a las huestes combativas y acompañar planteos judiciales, paros y movilizaciones. Pero, luego, la Casa Rosada cambió su posición y los empezó a recibir y atender algunos de sus reclamos. Por ejemplo, el sector dialoguista se jacta de que los 60 artículos de la reforma laboral original incluida en la ley Bases terminaron siendo menos de 20. 

Ahora buscan tallar en la reglamentación de esos artículos que fueron aprobados por el Congreso y, por eso, la necesidad de mantenerse en contacto con Cordero. Moyano no quiso participar del encuentro y su advertencia -"los van a cagar"- se cumplió: el reclamo de actualizar el piso de Ganancias no fue escuchado y el impuesto salió como había sido discutido hacía meses. El secretario general de UPCN, Andrés Rodríguez, integrante de la mesa chica cegetista y uno de los más conocidos "dialoguistas" -junto a Gerardo Martínez, de la Uocra, y Armando Cavalieri, de Comercio-, se diferenció de Moyano respecto a las diferencias internas dentro de la central. "La CGT está unida y tiene matices como tiene cualquier organización, pero la central se viene reuniendo con todos sus integrantes, representan a los grandes gremios o los más chicos, y se vienen debatiendo las políticas adecuadas para enfrentar la realidad”, replicó.

Rodríguez anticipó los argumentos que seguro se repetirán en el consejo directivo de este jueves. "Todos estamos en contra de un montón de realidades que genera el gobierno en materia laboral", aseguró, pero que lo que se debatía era cuál era la mejor estrategia para neutralizarlo. Para Rodríguez es el diálogo, pese a que su gremio de estatales ya tuvo miles de despidos en lo que va del año y se anticipan muchos más. "Podremos ver si la negociación da resultado y, si no es así, iremos al conflicto", aseguró. Moyano había advertido que "no le voy a dar una mano a este Gobierno, hay que confrortarlo". En esos términos será la discusión interna en la central.