Tras las críticas de algunos gremios a la reforma, Caló convocó a la conducción de la central para fijar una posición conjunta. Dudas por un pronunciamiento
ELIZABETH PEGER Buenos Aires
Luego de la preocupación y las críticas que deslizaron en los últimos días importantes dirigentes de la entidad, Antonio Caló decidió convocar para el próximo miércoles a la conducción de la CGT más afín a la Casa Rosada con el objetivo de acordar una posición conjunta respecto de los proyectos que integran la reforma judicial impulsada por el Gobierno. El encuentro cegetista, que fue definido tras la presión de algunos gremialistas de la entidad que alertaron sobre efectos de algunas de las iniciativas del Ejecutivo sobre los derechos de los trabajadores, se concretará el miércoles por la tarde en la sede del sindicato de taxistas, apenas horas antes de la marcha convocada por la oposición al Congreso para repudiar la reforma, movilización a la que se sumará la CGT de Hugo Moyano.
A diferencia de la posición de Moyano, que expresó un enérgico rechazo a la iniciativa oficial, la central obrera más cercana al Ejecutivo optó por el silencio, aunque no logró contener las críticas de algunos dirigentes, como el titular de Luz y Fuerza, Oscar Lescano, que la semana pasada calificó de antidemocráticas algunas de las propuestas incluidas en la reforma. Las quejas, compartidas por otros referentes del grupo de los gordos y dirigentes del denominada MASA, que responde al taxista Omar Viviani, apuntaron especialmente al proyecto que crea los tribunales de Casación para los fueros Previsional y Laboral y a la iniciativa para limitar las medidas cautelares contra el Estado, que en su artículo 17 también condiciona las medidas de fuerza en los servicios considerados esenciales.
La intención de Caló es analizar internamente los proyectos a partir de un informe que elaborará para el encuentro el dirigente Norberto Di Próspero, aunque hasta ayer subsistían las diferencias en torno a la posibilidad de que la central emita un pronunciamiento crítico sobre la reforma. Hay que evaluar el momento político, tampoco podemos aparecer fortaleciendo la maniobra de la oposición, apuntó ayer un referente de la conducción cegetista.
En cambio, entre otros dirigentes subrayaron la necesidad de expresar una posición pública sobre los proyectos. No podemos quedarnos callados en esto si vemos que afecta los derechos de los trabajadores, remarcó un gremialista crítico de la reforma, quien incluso deslizó la alternativa de que la central participe del debate en comisión de los proyectos en la Cámara de Diputados para dejar sentada su posición.
Contrariamente al silencio de la CGT oficial, Moyano blanqueó la semana pasada su rechazo a la reforma judicial y ayer anunció que la central que dirige participará el miércoles de la marcha al Congreso que convocaron las fuerza políticas de la oposición para intentar frenar la sanción de los proyectos por parte de la Cámara de Diputados.
Marchamos para acompañar a los legisladores que defienden los derechos del Pueblo y para repudiar enérgicamente pero en paz a aquellos que violan la Constitución Nacional y nuestros derechos fundamentales, indicaron Moyano y el titular del gremio de judiciales, Julio Piumato, en un comunicado difundido ayer.
Piumato advirtió, además, que desde el Gobierno se quiere engañar al Pueblo con el lema de Democratización de la Justicia pero bien sabemos que la reforma cercena los derechos de los trabajadores.
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