Sara Martínez, dirigente y referente del sindicato fideero SATIF, dialogó con El Popular sobre la situación de los trabajadores del sector durante la pandemia.
Sara Martínez, secretaria administrativa y acción social de la Seccional Olavarría del SATIF (Sindicato Argentino de Trabajadores de la Industria Fideera) y vocal segunda del Consejo Directivo del sindicato a nivel nacional, que conduce el secretario general Rubén Lengruber, contó cómo el sector ha afrontado la difícil situación que viven los trabajadores fideeros durante la pandemia.
Sin dudas, todo se ha modificado desde el punto de vista laboral y también institucional, pero de cualquier manera y aun exponiéndose a los contagios de coronavirus -como ocurre en otros sectores de los trabajadores- los que se encuentran dentro de las ramas de Pastas Frescas y Pastas Secas también fueron declarados trabajadores esenciales por estar dentro del rubro de la alimentación. Así que que Sara Martínez explicó cuál fue la situación y cuál es la actualidad del sector.
-¿Cómo trabajaron durante la pandemia?
-Es algo atípico para todos, obviamente. En el comienzo, cuando estábamos en Fase 1 en 2020, por tres meses trabajamos en forma virtual ya que la Federación tomó esa medida para todas las seccionales del país desde el primer día. Por supuesto, nos preocupamos de que la gente tenga la asistencia permanente respecto de la obra social, que no le falte la medicación y sobre todo la medicación oncológica así como todo lo relacionado con urgencias como las cirugías no programadas, mientras que las cirugías programadas fueron postergadas. Desde Federación me piden que esté trabajando para atender a los afiliados, de lunes a viernes de 10 a 14, y entran de a un afiliado a nuestra sede para poder estar cumpliendo con ellos, pero siempre cuidándome.
-¿Y los trabajadores, porque eran esenciales...?
-Exactamente. Los trabajadores son parte de quienes trabajaron desde el primer día al igual que en otros sectores. Y siguen trabajando, aun exponiéndose al coronavirus pero respetando los protocolos sanitarios, por supuesto. Su trabajo lo hicieron normalmente, salvo algunas personas que se encuentran dentro del DNU presidencial, es decir las que son de riesgo por distintas cuestiones sanitarias y no deben concurrir a cumplir con sus tareas laborales. Los demás continuaron trabajando más allá de que hubo varios contagiados por el Covid. Todos estamos expuestos, pero en sus trabajos están mucho más expuestos todavía.
-¿Cuáles fueron las necesidades de los trabajadores que hubo que cumplir y dar una respuesta desde el gremio durante la pandemia?
-A nivel salud, prácticamente no hubo inconvenientes graves. Iban solamente a las urgencias y por casos de Covid, mientras que desde Buenos Aires ya está estipulado con el prestador -que en nuestro caso es el Hospital- que en el caso de los hisopados no debían pasar por nuestra sede sino que al trámite lo hicieran de manera online precisamente con SATIF Central, para evitar así la circulación en las seccionales.
-¿Económicamente cómo afrontaron el problema, más allá de que las paritarias recién se están negociando?
-Las paritarias se están definiendo en estos días para el aumento del próximo año, hasta abril de 2022, ya que se pautan de manera anual. Por ejemplo, en la rama Pastas Frescas se logró el año anterior un aumento del 28% y también dos bonos de 3 mil pesos no remunerativo, en tanto que en Pastas Secas se logró un 33% de aumento y 3 bonos adicionales de 6 mil pesos no remunerativos. ¿Por qué hay diferencia entre ambas ramas?, porque en Pastas Secas se gana mucho menos y siempre es difícil conseguir mejores aumentos. Por ejemplo, en Pastas Frescas al ingresar a trabajar tienen un salario de 43 mil pesos y con un año de antigüedad 46 mil, y en Pastas Secas un oficial -que es categoría máxima- anda en 49.160 pesos. Es difícil la negociación con los empresarios y en cualquier momento nos informarán del acuerdo paritario que va de abril y por un año de extensión.
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