El intendente recibió a representantes de la CGT y Las 62-O para avanzar en una agenda conjunta. Generación de oportunidades y viviendas, centrales en las acciones de la gestión actual con los sindicatos. De Rivas marca su impronta con un perfil más integrado a las voces del sector obrero.
Por Gabriel Marclé.
El pasado martes se cumplió un mes desde que Guillermo De Rivas confirmaba en las urnas que iba a ser el próximo intendente de la ciudad. “Los abrazo a todos y sepan que siempre me encontrarán trabajando por la ciudad y toda su gente, de punta a punta. Se viene un Río Cuarto mejor. Y estoy feliz que seamos parte de esto”, escribió Guillermo De Rivas en sus redes sociales, compartiendo imágenes de aquel 23 de junio. Esa noche, en el escenario de la cancha de Estudiantes de Río Cuarto, varios se sumaron al festejo. Uno de los lugares centrales fue para el sindicalismo, La CGT-RC y Las 62 Organizaciones Peronistas, que ayer tuvieron su primer encuentro con el intendente que militaron, a un mes de la noche donde empezó todo. Ayer, los sindicalistas recordaron el logro proponiendo que el jefe municipal sea el próximo presidente del Partido Justicilista.
Ayer por la mañana, De Rivas y el secretario de Gobierno, Roberto Koch, recibieron en su despacho a una veintena de sindicalistas que conformaron en campaña la Mesa Sindical que hoy se autodefine derivista. Entre los presentes, estuvieron dos de los tres triunviros de la CGT (faltó Ricardo Tosto, que no fue parte de este grupo porque militó a Adriana Nazario), además de referentes de los gremios más importantes de la ciudad, también integrados a Las 62-O. El intendente les transmitió la importancia de trabajar cerca y sumarlos a un comité de soluciones frente al contexto actual de los trabajadores, llegando incluso a mencionar la palabra “crisis”.
“Hemos hablado de brindar nuestro acompañamiento en la gestión y le hemos comentado que estamos a disposición las 24 horas del día los 7 días de la semana para lo que necesite y para trabajar de manera conjunta”, dijo el cosecretario general de la CGT local devenido en secretario de Trabajo, Darío Peralta, tras la reunión con De Rivas. Tal es la importancia que el jefe municipal le da a su vínculo con el sindicalismo que no solo sostuvo la Secretaría y la designación de un referente gremial para ese fin, sino que además la fortaleció adoptando un perfil bastante diferente al que tenía Juan Manuel Llamosas en la gestión anterior.
Las acciones en donde se verá la sinergia entre el Ejecutivo y los sindicatos tienen lugar primero en tener a punto el termómetro social del sector en tiempos como los que se viven. “Somos un Gobierno que está para los trabajadores”, lanzó días atrás un funcionario del gabinete municipal, anticipando lo que ayer terminó de cerrarse. En la agenda, aparecieron temas como la generación de oportunidades laborales y la vinculación con las cooperativas de trabajo, cuestión que también hereda del modelo provincial de Martín Llaryora.
Pero una de las cuestiones más importantes de la Mesa Sindical con De Rivas tiene que ver con el sueño de la casa propia. Una de las promesas más ambiciosas de la campaña del intendente fue aquella de los 1000 terrenos para la construcción de viviendas que ponía su foco en la clase trabajadora, los asalariados con posibilidades de afrontar el desafío de tener un hogar, pero que no contaban con espacios ni facilidades para hacerlo. La sinergia entre la Municipalidad, el Panal y los sindicatos podría terminar con buenas noticias en el corto plazo.
Al finalizar la reunión, Alfil consultaba con uno de los dirigentes gremiales presentes sobre las sensaciones que dejó De Rivas. “En su momento reprochaban algunos que no nos dieron una banca en el Concejo, pero se eligió el camino correcto. El intendente nos quiere cerca y hacernos parte del éxito de su gestión. Eso antes no se veía tan claro”, expresaba.
La respuesta terminaba comparando el perfil del actual intendente con el de Llamosas, a veces cuestionado por algunos sectores (con Las 62-O en su momento). Para algunos sindicalistas, también arrancó una nueva era para el trabajo con la gestión. De hecho, el intendente saliente parecía negado a componer una mesa sindical y mucho menos una tan amplia como que se mostró ayer junto a De Rivas. En retribución por la convocatoria, ayer ya clamaron por el intendente para que sea presidente del peronismo. Solo falta definir desde cuándo.
Reunión con la FPA
En el activo miércoles del intendente, también hubo encuentro con la cúpula de la Fuerza Provincial Antinarcotráfico (FPA), cuestión que tenía pendiente desde que comenzó su gestión el 2 de julio. Se trató de un primer corolario de las acciones que el Municipio lleva adelante en materia de seguridad. “Se vendrán grandes novedades”, adelantaron desde la Municipalidad. ¿La misión? Reforzar la presencia en las calles, especialmente en las zonas calientes. Para afinar el vínculo con las fuerzas, De Rivas también recibió a representantes de la Justicia provincial.
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