El petrolero bajó a la Cámara y fue clave para que Cambiemos obtenga el quorum que habilitó la sanción de la norma. Desde hace más de un año es investigado por irregularidades en la gestión de la Federación.
El titular de la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles, Alberto Roberti, se convirtió en un facto clave para que Cambiemos llegue al quorum necesario que habilitó el debate por la reforma previsional.
El legislador bonaerense, que supo peregrinar por los distintos espacios políticos, integra el Bloque Justicialista y fue uno de los que propinó el ajustado número buscado por la gestión de Mauricio Macri.
No fueron pocos los que recordaron que el mismo Roberti el año pasado se había convertido en una de las espadas discursivas claves para que se sancione la reforma de la ley de ART, que tenía un importante rechazo gremial.
A pesar del pronunciamiento de la totalidad del arco sindical y de que su gremio está confederado en la CGT que dispuso una huelga contra la reforma, el hombre de Avellaneda se cortó e hizo su juego.
No fueron pocos los que vincularos el posicionamiento del marido de Mónica López con los “problemas” que enfrenta en su sindicato, investigado por manejos irregulares que desde el oficialismo amenazan con reactivar.
En mayo de este año el gremio petrolero fue allanado por una denuncia por administración fraudulenta que realizó otro dirigente sindical.
De acuerdo al texto del denunciante, que publicó Clarín, se desviaban fondos por millones de pesos. Entre las desprolijidades mencionadas figuran cheques emitidos sin cruzar y sin la leyenda “no a la orden” por montos millonarios. Al emitirlos “al portador” facilita las cosas para que sean cambiados y, de esa manera, desvanecer el camino de la ruta del dinero.
Según fuentes consultadas por InfoGremiales, una de las mayores sospechas sobre el destino de los fondos tiene que ver con el financiamiento de campañas desde la Federación, más específicamente se habla del sostenimiento de las campañas de la esposa de Roberti, la camaleónica Mónica López.
Comentá la nota