En una pausa de la negociación paritaria de los docentes bonaerenses y la militancia por Sergio Massa de cara al balotaje, Roberto Baradel, el Secretario General del Suteba, puso el acento en la elección sin precedentes del domingo 19 y las opciones del electorado.
Por: Luis Autalán / Fotografía: Rene Asan.
Autocrítica sindical y para «la interna eterna» del peronismo, memoria activa por lo que representó la gestión de María Eugenia Vidal contra la docencia, el rol de Mauricio Macri como el estratega de Javier Milei y la reivindicación de los consensos por la vía democrática incluyendo al mundo del trabajo. Párrafo aparte para el análisis sobre la demonización que le disparó y dispara la derecha, como también el acento a la necesidad popular de conciencia, verdad y justicia.
Es tiempo de la entrevista 94 en este ciclo que nos permite InfoGremiales. La autoría de la misma nos habilita la autorreferencia para recordar que desde 1998 y hasta 2007 tuvimos el honor de conducir un programa radial en FM Sur de Quilmes: Postdata. Ese era su nombre y la marca indeleble del concepto se remite a «lo que se agrega a una carta ya firmada». El grato recuerdo incluye a todos los que formaron parte de aquel equipo. Diremos entonces que uno de los temas clásicos de aquel ciclo, «con noticias, opinión y melodías», solía devenir en discusiones sobre las notas a desarrollar. Y el conflicto salarial docente era un clásico, con lo que ello conlleva en cuanto a hartazgos y algún juicio liviano para los protagonistas del mismo.
Tiempo entonces de echar mano a la autocrítica por constituir la misma «un examen crítico de los comportamientos y obras propios. Puede producirse durante una reflexión personal o una discusión en grupo, pero también en juicios y disculpas públicas». No pensábamos que además de periodistas, este 2023 nos encontraríamos como delegados del Sipreba (Sindicato de Prensa de Buenos Aires) sin perjuicio de continuar como obreros de la tinta, el papel y la web. Léase ser parte y no narrador del fenómeno gremial.
Pensando en esas «cosas raras para gente normal» (honor al rock de Divididos), nos sentamos en una de las oficinas del edificio de Piedras al 700. En una mesa de algarrobo, nos invitaba un café Roberto Baradel, el Secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba) y Secretario general de la CTA de la provincia de Buenos Aires. Optimista, sin dar mayores precisiones, para el acuerdo de la paritaria de los maestros y profesores que se encuentra en cuarto intermedio, antes del balotaje del 19. Tampoco amplió su sentir como hincha de Boca Juniors a días de haber perdido la final de la Copa Libertadores en el Maracaná, hito que resumió a una leve sonrisa. Y en modo spoiler consignamos aquí que desde nuestro rol sindical, lo que alguna vez fue el reparo con prejuicios para su rol y el de otros sindicalistas, hoy está enmarcado sin lugar a la mínima duda, en las urnas del 19 del corriente, para optar por Sergio Massa y no por Javier Milei y compañía. La empatía más simple surge de haber sabido en cuero propio, entre otras lecciones, lo que significa el bullying como la agresión de otra/s persona/s que toma cuerpo desde el desequilibrio de poder.
Para simplificar en algunos términos de qué se trata el derrotero de Baradel, este dirigente ha sido blanco de spots de campaña rayanos a lo peor de lo peor en la última elección, con la firma de Patricia Bullrich, a los vomitivos cauces de las redes sociales, pasando además por amenazas a su familia e hijos y otras delicadezas. Damos otro ejemplo haber sido testigos, en un estudio de televisión hacia 2018, un economista del equipo de José Luis Espert, suelto de cuerpo y pudores, sentenció que «los dirigentes como Roberto Baradel tienen que desaparecer», nuestra reacción no fue diplomática nos permitimos acotar. Y un asterisco para dejar constancia que no faltaron sus detractores dentro de las mismas cúpulas del Movimiento Obrero Organizado que el líder del Suteba integra, más que un detalle de color.
Para amenizar el texto y con una gama cromática amable recordamos que por 2007 su robusta contextura y barba era similar a la de un famoso jugador de la Selección Francesa de Rugby, Sébastien Chabal. Partimos de aquella semejanza:
«Si a través del voto se le da la confianza a aquellos que quieren exterminar a otro sector político, social, sindical, es una dificultad muy grande en términos de convivencia democrática»
Roberto Baradel
-En épocas sin tanto odio, le habrán dicho muchas veces que usted se parece a Chabal, el exjugador francés de rugby que jugó contra Los Pumas en el Mundial 2007.
-Sí, en otro momento, bromeaban con ese parecido por aquellos años. Ahora son momentos de odio y es complicado para la sociedad en general que se profundice tanto la violencia. Hablo de la violencia verbal, la simbólica y más, porque creo que eso le hace daño a la sociedad, separa a quienes no tienen que ser separados, hablo del conjunto de nuestro pueblo. Y también establece divisiones que le sirven solamente a un grupo minoritario que ostenta el poder en la Argentina. Tenemos que recuperar los valores de convivencia democrática que supimos tener en la República Argentina.
-¿Pase lo que pase en el balotaje?
-No, pase lo que pase no. Si gana Sergio Massa, que es lo que estamos esperando los trabajadores y las trabajadoras, se abre una puerta al futuro en ese camino, y si gana Javier Milei, lamentablemente no por lo que expresa, porque uno puede discutir y puede tener diferencias seguramente, pero convive en el marco de la convivencia democrática. Milei no expresa eso. Habla de exterminio, de descalificar al que piensa diferente, lo mismo que ha hecho Patricia Bullrich y Mauricio Macri. Entonces, cuando uno piensa que hay que exterminar al otro evidentemente no tiene en cuenta la opinión de todos y la construcción de un país donde se escuchen todas las voces y los que lleven adelante las políticas son aquellos a los que la gente les dio su confianza a través del voto. Ahora, si a través del voto se le da la confianza a aquellos que quieren exterminar a otro sector político, social, sindical, es una dificultad muy grande en términos de convivencia democrática, no se construye la democracia queriendo exterminar. Eso lo hacen los gobiernos dictatoriales, autoritarios. En Argentina hemos tenido una experiencia atroz, dolorosa como fue la dictadura cívico-militar.
-En febrero usted dijo «la derecha no tiene que volver a gobernar en la Argentina». ¿Imaginaba entonces este escenario a pocos días del domingo 19?
-Ya veíamos que había un escenario complejo, no con la polarización a la que llegamos ahora y en base a qué ideas. Porque hoy las características de la derecha, esta vez, no esconden lo que van a hacer. Es una realidad parcial porque no lo escondían hasta el balotaje, pero ahora parece que asumieron otro discurso. Antes atropellaban a la educación pública, cerraban ministerios, ahora dicen que no es así, lo mismo con el tema de la salud pública. O sea, no se van transformando, se van mimetizando en función de un discurso que les permite llegar al poder, pero está claro lo que dicen, los videos, la candidata a vicepresidenta de Milei que habla que no hubo una dictadura cívico-militar, que no son delitos de lesa humanidad los que cometieron los genocidas. Eso es gravísimo porque el negacionismo en sí es muy grave. Miren en Europa, en Alemania, si alguien negara la existencia del holocausto va preso porque existen y están vigentes los anticuerpos que se generaron para que no se vuelvan a repetir semejantes atrocidades. Lamentablemente en Argentina hay una corriente de opinión, minoritaria, pero que está disputando el tema del balotaje en eso que directamente plantea el negacionismo. Y eso es muy grave.
-Usted es víctima de escraches seriales hasta en los spots de campaña de la oposición. ¿Cuál es su karma para despegarse de tanta agresividad, poner la otra mejilla o alguna otra gimnasia?
-No, prefiero el infinito desprecio de la clase dominante y de sus personeros antes que la reprobación de uno solo de mis compañeros y compañeras. Simple. A los que hicieron eso en los avisos de campaña los vamos a demandar en la justicia pero yo no me detengo en lo personal. No es que van intentando deslegitimarme a mí para correrme, van por la destrucción de las organizaciones sindicales, para impedir que los trabajadores y las trabajadoras se puedan reunir para discutir y defender sus derechos. Porque un mundo sin sindicatos implica que los trabajadores y trabajadoras estén atados a los contratos de adhesión. ¿Qué son los contratos de adhesión? te ponen condiciones, si querés el trabajo lo firmás, y si no lo firmás no tenés el trabajo. En un mundo del trabajo sin un sindicato te ponen condiciones para hacer lo que quieren los patrones, la patronal. Y si no lo cumplís te vas. Por eso quieren eliminar las indemnizaciones, quitarnos los derechos, y destruir a las organizaciones sindicales.
-¿Tapa cualquier amargura que la secretaria adjunta del Suteba, María Torre, hablando de usted y de Mary Sánchez, se emocione hasta las lágrimas? Eso pasó cuando la entrevistamos.
-Son caricias al alma por supuesto. (Se queda pensativo) En primer lugar porque sé lo que implica Mary Sánchez para María Laura Torre y para todos nosotros, pero en particular para allá para ella y para muchos compañeros que aprendieron con ella, la vivieron muy de cerca esa experiencia. Sabemos de la referencia, admiración, el cariño y amor que le tenían a Mary. Así que ella se emocione de una manera similar cuando habla de mí me provoca muchísimo orgullo y emoción.
-¿Cómo se lleva con su ego?
-Todos tenemos ego, pero en mi caso trato de privilegiar el tema de lo colectivo. Veía las noticias y mi compañera me decía: «No hay espía que no te haya indagado, o un servicio que no te haya espiado». Y el orgullo es eso, cuando van a buscar las carpetas mías de todo lo que me investigaron y demás, las abren y están vacías. No pueden decir absolutamente nada porque vivo como digo que vivo, como cualquiera, mejor o peor que cualquiera de mis compañeros y las únicas cuentas que me pueden encontrar es la cuenta sueldo.
«Cuando van a buscar las carpetas de todo lo que me investigaron y demás, las abren y están vacías. No pueden decir nada porque vivo como digo que vivo, como cualquiera»
-Del bullyng ni hablar…
-Por eso vuelvo al tema de la violencia y los discursos de odio. Porque es mucho más grave, exterminar al que piensa diferente tiene que ver con el fascismo, un pensamiento para aniquilar al otro. Contra eso las sociedades tienen que luchar porque si no se impone la ley del más fuerte y del que tiene mayor poder económico para llevar adelante esas cuestiones. Nosotros tenemos que recrear en forma constante y permanente, por eso el tema no es una cuestión solamente de un sector político de Argentina, es de muchos sectores, hace a las mejores tradiciones de convivencia democrática en nuestro país y ahí vamos a encontrar a muchos y a muchas y a tratar de articular y decir no queremos fascismo, no queremos dictadura, queremos plena vigencia de los derechos humanos, salud, educación, trabajo, y ahí nos vamos a encontrar, vamos a darnos cuenta que somos muchos los que estamos parados en el mismo lugar.
-Mito o leyenda. 2015, balotaje. En el oficialismo algunos le cargaban al Suteba y a usted, luego de la derrota, por haberle taladrado los tobillos a Scioli con reclamos salariales.
-No, a ver, ojalá no se hubieran llevado adelante esos conflictos. Se podían haber evitado. Lo que nosotros no podíamos era no defender los derechos de los trabajadores. ¿Cuáles fueron esos conflictos? No pagar el aguinaldo, o pagarlo en cuotas, no aceptamos eso, no aumentar el salario, que era muy bajo, y además el tema de la infraestructura en las escuelas. Hicimos todos los intentos. Seguramente uno comete errores y tiene aciertos también, pero tengo la conciencia tranquila que lo fui a ver en ese momento al gobernador y a su jefe de gabinete diciéndole que había una situación compleja y que teníamos que ver cómo podíamos resolver esa cuestión antes de ir al conflicto. Y lo propio hice con autoridades del Gobierno Nacional. No se entendió, no nos hicimos entender, no nos escucharon, y lamentablemente ese conflicto se dio. ¿Cómo cerró? De la manera que nosotros lo fuimos a plantear. En particular fui el interlocutor que fui a plantear en febrero de ese año el tema para no llegar al conflicto. Si nos hubieran escuchado ese conflicto no se hubiera dado.
-En 2023 otro balotaje y las diferentes centrales sindicales, la CTA de los Trabajadores, la CTA Autónoma, la CGT, están encolumnadas en la opción que representa Massa. ¿Podemos hablar de un crecimiento de criterio?
-Creo que hay un avance en el tema de la conciencia y un alerta con respecto a los derechos de los trabajadores y las trabajadoras, sin ninguna duda. Ojalá hubiera más conciencia. La hay en los trabajadores y en las trabajadoras más que en la clase dirigente, que en los dirigentes sindicales.
-¿Lo dice con los pies dentro del plato?
-Lo digo con los pies dentro del plato y desde un lugar donde siempre se promovió el tema de la unidad. Necesitamos ser capaces, como lo estamos siendo, capaces ahora como movimiento obrero, para ver claramente cuál es la contradicción principal y dejar las diferencias sectoriales de lado. Hoy ganamos en conciencia. Yo espero que podamos seguir trabajando para profundizar la unidad de toda la clase trabajadora porque eso va en beneficio de los trabajadores y las trabajadoras.
-O sea que suscribe el dicho popular descarnado, sobre «ganemos el domingo 19 y el lunes 20 nos agarramos a trompadas en la Plaza de Mayo», metáfora si las hay…
-(Sonríe) Ganemos el 19, después discutamos lo que tenemos que discutir y sigamos construyendo la unidad del conjunto de la clase trabajadora de nuestro pueblo. Tenemos que construir nuevas mayorías. El Movimiento Obrero está llamado a ser protagonista en esa construcción. Y ese protagonismo incluye a los pequeños y medianos productores, a los empresarios, las fuerzas políticas populares, inclusive a gran parte del radicalismo, que fue parte de Juntos por el Cambio y no se entiende por qué siguieron ideas que van en contrario de lo piensan ellos, o de los valores que tuvieron en defensa de la educación pública.
-Es más que un dato que algunos radicales tuvieron que desempolvar los videos de Alfonsín.
-Yo hablo con compañeros, compañeras, correligionarias del radicalismo, y estaban muy enojados con la marcha de su dirigencia, y no porque adhieran no fueran críticos del peronismo, de Unión por la Patria, del kirchnerismo, sino por no poner en valor al radicalismo en toda su línea histórica y en cambio hacer seguidismo de un partido conservador, de derecha, porque claramente demostró que para lo único que se armó la coalición es para poder llegar al poder y hacer daño. Lo de Macri con Milei estuvo planificado hace mucho tiempo. Utilizó al radicalismo en Juntos por el Cambio para llegar al poder, pero él quería consolidar un espacio conservador de ultraderecha en Argentina, sin ninguna duda, y es lo que está haciendo con la alianza con Milei.
«Memoria, Verdad y Justicia, eso es lo que nos diferencia de ellos, que quieren venganza y exterminar»
-¿Me dice que no lo sorprendió y nunca subestimó a Macri?
-Muchos lo subestimaban pero es una persona que tiene un objetivo, primero tiene mucho dinero, que lo consiguió del Estado concretamente, porque hay que decirlo así desde aquellas obras construidas en Morón a todo lo que llevó adelante. Bueno, es un tipo que fue condenado por contrabando lo que pasa es que después la Corte lo eximió de responsabilidad y por eso estalló una crisis y hubo una renovación de el máximo tribunal del país. Y es un tipo que habló del padre, después que murió, de la manera que lo hizo, o escuchar a su madre decir que él se la pasaba mintiendo. Todo lo que resumo tiene que ver con la falta de escrúpulos. Ahora, lo peor que podemos hacer es subestimar a aquellos que especulan y tratan de concentrar riqueza, a costa de hacerle daño al pueblo. No hay que subestimar, hay que discutir con ellos y enfrentarlos democráticamente.
-¿Es imposible gobernar hasta el municipio más chico, sin tener en cuenta la injerencia del poder real?
-Sí, por supuesto, hay que tener en cuenta esa injerencia pero del poder real, económico, el poder de las corporaciones y el poder financiero. Pero ellos nunca van a poder cuando uno tenga cercanía con la sociedad, con aquellos que representa y las cuestiones que defiende. Hay tópicos que ellos no conocen porque no las tienen en el radar: dignidad, convicciones y compromiso con el conjunto de la sociedad. Su único interés es individual, sectorial, poder estar bien y ser cada vez más ricos, concentrar cada vez más esa riqueza y así no les interesa el daño que le puedan causar a los otros.
-Inevitable no vincular sus dichos con 2018, la explosión en una escuela y la muerte de trabajadores como Sandra y Rubén. ¿Ellos forman parte de la militancia del Suteba?
-Sin ninguna duda, y lamentamos que la gobernadora María Eugenia Vidal no nos haya escuchado. Estuvimos un año recorriendo los despachos, llevando carpetas, porque seguramente Sandra y Rubén hoy estarían con nosotros pero como no nos escucharon y la decisión que tomaron fue confrontar con nosotros, ahí están las consecuencias. Yo cambiaría muchas cosas por tener hoy aquí a Sandra y a Rubén. Ahora, Vidal y su gobierno se tuvieron que ir por el voto popular, hace 4 años, lo mismo que ahora Macri y Bullrich, aunque ahora quieren volver camuflados en Milei. En cambio nosotros tenemos el orgullo de haber sido ratificados por más del 80% por el voto de los docentes.
-¿Perdió mucho tiempo, dando notables ventajas, el Frente de Todos, hoy Unión por la Patria, en discutir -puertas adentro y en los medios- si el kirchnerismo es parte del peronismo?
-Creo en términos generales que si, y después a algunos les caben mayores responsabilidades o menores, pero en esa cuestión no estuvimos a la altura de las circunstancias. Se tenía que haber trabajado de otra manera, no hubo el diálogo necesario en todos los sectores. A veces, y volviendo al ego, por la cuestión del ego en algunos el árbol termina tapando al bosque, y acá lo que estaba y está en juego, es la posibilidad de desarrollo de nuestro país y de la construcción de mayor democracia. Eso no se vio y algunas disputas internas impidieron hacer las cosas que teníamos que hacer para poder estar mejor. Esperamos y apostamos a que el 19 de noviembre se abra una puerta al futuro con Sergio Massa, y el compromiso nuestro es estar movilizados y construyendo unidad para poder avanzar en un país digno de ser vivido por todos y por todas.
-¿El kirchnerismo se llamó a silencio o está motorizando también esta unidad?
-Está motorizando la unidad. Axel Kicillof es un referente sin ninguna duda, uno de los más importantes que ha dado esta nueva configuración política en el presente y en miras al futuro. Cristina Fernández de Kirchner, sin lugar a dudas, es una referencia central también y creo que Sergio Massa ya se ha convertido en una referencia, pero si gana el balotaje y es presidente, va a ser la otra referencia fuerte del espacio. Pero el kirchnerismo, en el país, en todas las provincias donde tiene construcción con sus diferentes formas u organizaciones, está trabajando mucho, lo hizo para las elecciones del 22 de octubre y lo hace para ganar el balotaje del 19 de noviembre.
-Si alguien tuviera la potestad para concederle la corrección de un error que haya cometido como dirigente sindical, ¿cuál elegiría?
-Seguir profundizando, no de otra manera sino con mayor intensidad, la formación, el ámbito de debate y reflexión para que la derecha y aquellos que piensan en ellos mismos y no el conjunto, no hayan ganado tanto terreno en términos de debate sobre la esfera pública. En eso me parece que tenemos profundizar, escuchando al otro, dando nuestra opinión y buscar los puntos en común para juntos llevar adelante un gran acuerdo.
-¿Algunas palabras para los y las que lo bancan siempre, y están en todas, para su familia?
-Eterna gratitud. No tengo otras palabras. Por bancarse todos los golpes que uno recibe por hacer lo que cree que tiene que hacer. Así que eterna gratitud y un afecto, un amor y cariño infinito.
«Un mundo sin sindicatos implica que los trabajadores y trabajadoras estén atados a los contratos de adhesión. ¿Qué son los contratos de adhesión? te ponen condiciones, si querés el trabajo lo firmás, y si no lo firmás no tenés el trabajo»
-Incluso si alguna vez ha tocado la banquina del padre ausente.
-Mirá tuve a mi viejo hasta hace muy poquito tiempo y fui muy feliz con eso. Ahora claro que uno como padre hubiera querido pasar más tiempo con mis hijos y uno eso se lo recrimina. Pero también he pasado momentos maravillosos con mis hijos y los sigo pasando. Lo mejor es que más allá de toda la deslegitimación, ataques y más, yo tengo la tranquilidad que puedo mirar a mis hijos a los ojos y decirles que soy una persona como cualquier otra, que pasó o pasa lo que pasa por defender los derechos de todos y todas. Y ese es el mayor orgullo que puedo tener.
-¿Música?
-Generalmente el rock nacional, e internacional desde ya, me gusta el tango, el folklore. Y ahora estoy escuchando nuevas expresiones musicales y hay varias que me empiezan a gustar.
-¿Una película para ver mil veces?
-El señor de los Anillos.
-¿Y un libro para llevarse a todos lados, leer un ratito y volver a repasarlo?
-Uhhh, podrían ser muchos. De política sin ninguna duda hay varios libros de Arturo Jauretche. Uno podría ser «Manual de zonceras argentinas». Y creo que es importante leerlo para saber, inclusive traerlo a estos tiempos, para saber las cosas que muchas veces repetimos o que no responden a lo que nosotros pensamos sino que repetimos cosas por otro u otros que hablan por nosotros y nosotros asumimos. Eso es la colonización cultural.
-¿Suscribimos entonces algunas palabras de Jauretche? «El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos. Los pueblos deprimidos no vencen. Por eso venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza.»
-Sí por supuesto, y hay que seguir combatiendo con alegría recordando a los 30.000 compañeros desaparecidos, recordando a dirigentes como Felipe Vallese, que muy jovencito desapareció, a Agustín Tosco, a Isaura Arancibia, a Marina Vilte, a Eduardo Requena, entre otros tantos compañeros y compañeras que han dado su vida. Y cuando la mochila se haga muy pesada hay que mirarlos a ellos, a las Madres y a las Abuelas, y vamos a darnos cuenta que el compromiso se va a convertir en una cosa mucho más fuerte y la mochila mucho más liviana. Porque si ellos pasaron lo que pasaron para que nosotros pudiéramos estar mejor, nosotros tenemos que honrarlos todos los días, cada minuto de vida que dieron ellos en función de construir una patria de iguales.
-Buscando justicia y no venganza…
-Memoria, Verdad y Justicia, eso es lo que nos diferencia de ellos. Porque está claro que ellos quieren venganza y exterminar. Nosotros lo que pretendemos es memoria para no volver a repetir esas atrocidades que tuvimos que padecer como pueblo, verdad para que se sepa realmente lo que sucedió y en esa verdad la justicia para condenar a aquellos que cometieron los delitos e hicieron muchísimo daño a nuestro país y a nuestro pueblo.
Comentá la nota